En un gran salón del Hotel Tequendama, en el centro de Bogotá, llegaron de las zonas más apartadas del país donde se vive solo de la coca, campesinos cultivadores y raspachines que intercambian sus historias, las dificultades del día a día sobreviviendo perseguidos por las autoridades, con expertos para formular una hoja de ruta que permita soluciones al problema mayor de Colombia: la producción de coca y el narcotráfico.
Diego Fajardo estuvo con ellos.