¿Dónde están las mujeres desaparecidas?
¿Dónde están las niñas que nunca volvieron?
¿Dónde están sus cuerpos? ¿Dónde están sus restos?
¿Son acaso voces subrepticias destinadas al ocultamiento?
O ¿Son cómo Adriana halladas en un levantamiento?
Esta es la historia de miles de niñas y mujeres que salen de sus casas y nunca regresan; la historia de familias que se quedan esperando noticias por décadas; es la réplica de historias de terror, que tienen destinos fatales: la trata de personas, la explotación sexual, los matrimonios forzados, la esclavitud doméstica, el comercio de órganos, hasta las formas más barbáricas de la violencia de género que hacen parte del continuum de violencias.
Otra vez, una aterradora noticia de otra mujer desaparecida, en un contexto sospechoso; es triste y doloroso, no saber ¿cuál fue su suerte?, mientras su familia se mantuvo en vilo, ante las evidencias de un probable asesino, se preguntaban ¿dónde está Adriana? Su voz era otra de las voces subrepticias que seguía clamando desocultamiento; desafortunadamente, su cuerpo apareció en la vereda Río Frío, siendo una víctima más de FEMINICIDIO.
Lamento estas historias de voces subrepticias, ojalá algún día las escuché la justicia y paré la barbarie de las DESAPARECIDAS. Mientras sus familias más las reclaman, más aparecen detalles macabros que, requieren de acciones disruptivas, pero, lejos de encontrarlas la justicia se hace más lejana. Hoy, se descubre el cuerpo de Adriana, ¿cuándo hallarán a otras miles de víctimas?
Voces subrepticias gritan desde lo más recóndito para que encuentren sus cuerpos con vida o ubiquen sus cadáveres; pero, las ocultan tan profundamente que su voz no llega a la superficie, ni siquiera la justicia las encuentra; desaparecidas, pueden quedar por décadas estás mujeres, sin encontrar rastro alguno; desaparecidas en vida, en países ajenos, antros, canteras y prisiones de esclavitud moderna, o desaparecidas en fosas comunes, sepulcros improvisados, ríos, o cavidades infames.
¿Dónde está Sara Sofía? ¿Dónde está Laura?¿Dónde está Lucía? ¿Dónde está María? ¿Dónde está Silvana? ¿Dónde están las mujeres rurales y urbanas que jamás regresaron a sus casas? tétricas sensaciones de exabruptos subrepticios que descubren las violencias contra las niñas, adolescentes y mujeres. ¿Dónde está la Justicia? ¿Dónde está la Fiscalía? ¿Dónde está la Policía? ¿Dónde está el Estado?
Voces subrepticias, voces ahogadas, voces silenciadas, voces borradas, voces desaparecidas…
#JUSTICIA PARA ADRIANA
#JUSTICIA PARA LAS DESAPARECIDAS