“Todos los domingos soy el pibe de mi barrio…” es una de las partes del pegajoso coro de una famosa canción de Dr. Krápula, banda de Ska Punk colombiana.
Es el reflejo de un sentimiento evocador de los interminables partidos de fútbol callejero de la niñez y de la vida adulta con los amigos y vecinos del barrio.
El fútbol profesional, la organización empresarial y el liderazgo que se requiere, ¿qué tan distante es del fútbol de barriada? ¿Qué elementos son comunes y fundamentales para alcanzar el éxito al más alto nivel deportivo y profesional?
“La copa más grandiosa…
…es un roscón con gaseosa…” continua Dr. Krápula, representando que al final se juega por una motivación en el barrio y en el profesionalismo.
La comunicación dentro y fuera del rectángulo de juego es fundamental, las diferencias personales quedan en la raya de la cancha y todo el equipo estará enfocado en conseguir un primer objetivo: El triunfo contra el rival de patio, el de la cuadra vecina o quien esté al frente.
Marcador parcial y final, los indicadores de gestión
“El último gol gana…” frase lapidaria en los famosos “picados” de barrio, y generalmente es cuando ya se ha perdido la cuenta del marcador; cuando conseguir un gol más o un gol menos poco importa.
En estos momentos, se ha perdido la motivación, la intensidad del juego… entonces… para finalizar y que haya un ganador, se traza el objetivo de un último gol.
Esta es la evidencia de la importancia para llevar metódicamente un marcador, en un partido de fútbol y en una empresa.
A nivel empresarial es clave conocer los marcadores del tablero de gestión y estar atizando la motivación del equipo.
Nunca se debe perder el enfoque en la misión organizacional.
El que mejor juega es el capitán del equipo
“… de otros barrios vienen maradonas y peles…” que son organizados por un líder, que puede ser el mejor jugador, el dueño de la pelota o realmente por una persona que “lee” muy bien los partidos en el escenario de ejecución en las calles de la infancia que se convierten en un gran estadio como el Wembley de Inglaterra.
El éxito es del equipo, no del individuo
Ser el goleador del equipo, la valla menos vencida, el jugador más valioso o el mejor pasador de nada sirve a nivel de equipo si todos no llegan a la meta, a ganar el partido, la serie, el campeonato, el “entre calles” o “inter barrios” del pueblo.
El enfoque en los resultados debe ser grupal no individual.
Los miembros del equipo ganador tendrán el plus de visibilidad que otorga la victoria.
El fútbol aficionado y profesional, diferencias y puntos en común de necesaria aplicación en cualquier organización.
Nelson Oswaldo Sandoval Rojas
@N3LSONSANDOVAL