En 1990, después de haber pagado una condena de cinco años por narcotráfico en Estados Unidos, Néstor Lorenzo Tarazona Encizo regresó a Colombia. Su idea, con la plata que aún tenía enterrada en caletas en este país, fue constituir dos empresas agropecuarias, una de ellas llamada Agropecuarias La Cruz S.A., y el otro el criadero Las Cabañas.
Hasta el año 2012 estas dos empresas de Tarazona estaban en la lista de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros, OFAC, pero fueron inexplicablemente borrados de la misma. Sin embargo, la Fiscalía le siguió la pista ya que presentaba ingresos demasiado bajos como para lo que los dos criaderos podrían hacer de billete.
Es que desde esa época uno de los primeros socios de Joaquín Guzmán Lopera, mejor conocido por su apodo del Chapo, Tarazona, conocido por su apodo de “El Jinete”, había comprado 175 bienes y tener cerca de 4.000 millones de pesos en efectivo con tan sólo dos empresas agrícolas.
Tarazona parecía indestronable, parecía que nada podía tocarlo hasta que el 28 de agosto del 2021, en un retén que el ejército había puesto saliendo de Pereira, la Fiscalía lo encontró responsable de construir un holding financiero que le permitió mover dineros obtenidos del narcotráfico para Joaquín Guzmán Loera. Por eso “el Jinete” era uno de los hombres más rutilantes dentro de la lista Clinton.
Entre las propiedades estaban dos propiedades rurales, dos urbanas y 166 vacas repartidas entre Bogotá, Pereira, Villavicencio, San Martin y Acacías Meta. Tarazona es uno de los socios más importantes del Chapo en el país. El hombre fuerte del Chapo en el país era su mentor, Ismael “Mayo” Zambada, el Mayo tenía dos hombres, Jairo Ortiz y a alias Montiel, que contralaban el 35% de la droga que se mueve en el país y que equivalen al 35% del mercado de la droga en el país.
Donde más y mejor se mueven los hombres mexicanos en el país del Cartel de Sinaloa es Cali, Medellín, Bogotá y Cúcuta por ser un corredor fronterizo. Por allí se mueve la metanfetamina y el TuCiVi, la cocaína rosada tan en boga entre los millenials.
Durante años, según fuentes de Las 2 orillas, se ha intentado descubrir quién es el empresario que vive en pleno Eje Cafetero que se encargaba de coordinar los cargamentos a Europa y Asia. Es probable que Néstor Lorenzo Tarazona haya sido el hombre que se inventó una solución para llevar los cargamentos de droga al exterior, camuflándolos bajo las marcas de Lacoste, Apple o Made in Colombia.
Los caballos más adorados por el Chapo Guzmán los crio Tarazona, por eso se ganó un complemento en su apodo, el de El Jinete del Chapo.
Tarazona era uno más entre los hombres con lo que el Mayo Zambada controlaba los puertos. Hay disidencias de las FARC encargados de esa misión como Yoyo o Don Y, quienes desataron el terror en Buenaventura instaurando las terribles casas de pique. La red de puertos surge desde Buenaventura y se extienden al Callao en Perú, Esmeraldas en Ecuador y Puerto Quetzal en Guatemala en donde está otro capo colombiano, José Berley Guarín Loayza, alias el Ilustre.
Aunque es natural de Tuluá (Valle), la DEA y la Ofac lo tienen ubicado en Guatemala y lo señalan de coordinar las lanchas rápidas que salen de Colombia y, en altamar, nutren de coca a buques pesqueros, con bandera extranjera, fletados por el cartel de Sinaloa. A una sola de esas lanchas, construidas por una empresa supuestamente legal, ubicada en Cartagena, le caben hasta 600 kilos de coca.
Con la caída de Tarazona la Fiscalía ocupó bienes por 18 millones de dólares que le pertenecían a él. Sin embargo, los tentáculos de Sinaloa, aún aprietan en Colombia.