Hace algo más de 10 años la Fábrica de Bavaria ubicada en el barrio Castilla, en la localidad de Kennedy, al sur de Bogotá, era la industria más grande e importante de la ciudad. También, debido al bosque interno que había dentro de la empresa, con más de 12 mil eucaliptos, la hacían una de las más bellas.
Bavaria llegó a este punto de la ciudad de Kennedy en 1.968 después de cerrar la fábrica del barrio San Diego, puesta en la calles 28 a 32, entre la carrera 13 y la avenida Caracas, pleno centro de la ciudad, donde años después hicieron una unidad residencial de apartamentos, llamada Parque Central Bavaria.
En el lote de Kennedy de 65 mil hectáreas funcionaba el aeropuerto de Techo y un hipódromo. Bavaria compró el terreno e instaló allí su megafábrica, que abrió dos años después, en 1.970, y funcionó por más de 40 años. En este lugar se producían cuatro millones de hectolitros anuales de cervezas, maltas y jugos.
Tras la unión de Bavaria con la cervecería estadounidense SabMiller, y después de soportar miles de quejas por la alta contaminación ambiental en el sector residencial, así como los olores y ruido de su planta, Bavaria cerró la fábrica en 2010 y se trasladó a Tocancipá, donde opera hoy en día.
Desde aquella fecha esta fábrica está abandonada. El terreno se lo ofrecieron a la Alcaldía Mayor de Bogotá pero aunque no lo compró, permitió que se planeara un proyecto residencial con mas de 15 mil apartamentos, en el que están metidas las constructoras Marval, Cusezar, Prodesa y Bolívar.
El proyecto está frenado porque grupos ambientalistas se han metido en la mitad. Para la construcción del proyecto urbanístico se tendría que tumbar el bosque de 12 mil árboles, que son considerados por la comunidad como el único pulmón de este sector de la ciudad y muchos de los residentes
Los secretos que esconde la vieja fábrica de Bavaria en Bogotá