Se acabó la campaña presidencial y parecemos seguir en una guerra sucia sin cuartel con más cizaña, pocos principios y con un detalle que no se debe pasar por alto: la mayoría viene de fuego amigo, de verdad seguiremos de esta forma, supuestamente este era el cambio que proponían a voces llenas, al parecer nos han engañado tantos a seguidores como opositores.
No podemos seguir hablando de antipetrismo, antisantismo, antivargasllerismo, antiuribismo… etc, la política no es de anti-nombres, sino de ideas, y la manera de gobernar un país, no puede ser una lucha de intereses personales, sino una verdadera lucha de intereses nacionales. Ya basta de verdad.
El problema no es Cuba, Nicaragua, Chile o Venezuela, ni los gobiernos de izquierda de la región, es Colombia. Cambien ese casete rayado sobre el castrochavismo por un discurso más esperanzador, por qué no dicen que nos convertirán en una Finlandia o en una potencia asiática, ese debería ser el verdadero discurso y no seguir enfrascándonos en esta eterna discusión de izquierdas y derechas, el gran numero de colombianos de bien, deseamos sea quien sea que gobierne lo haga bien y que sea para todos, no para su sequito de votantes, si no es de esta forma seguiremos en el mismo circulo vicioso que nos tiene en esta situación.
Nosotros no necesitamos un mesías, como al parecer creen muchos de la corriente que nos gobernara, porque le dan ese seudónimo que parece más una secta que una agrupación política, que nos salven de ser Venezuela, sino de seguir siendo la Colombia que hemos sido: con 22 millones de pobres, según la Cepal prevé que la pobreza en el país pasará de 36,3 % en 2021 a 38 % o 39,2 % este año, en el peor escenario de inflación y lento crecimiento, estamos en los últimos puestos en el ranking de educación, según la OCDE; y como si faltara algo estamos entre los países más corruptos, sin duda alguna la clase política sea cual fuere su ideología tiene mucho que ver, según informe elaborado por la ONG Transparencia Internacional.
Hay que dejar de estar en BABIA, como en la Edad Media los reyes de león en España se iban de vacaciones a un pueblito, de unos 2 mil habitantes donde habían animales de caza como osos y jabalíes y otros de caza, hacia ese lugar los monarcas mensualmente iban a relajarse y pasarla rico para olvidarse de las penurias de su pueblo, como diríamos ahora, desconectar de las tareas cotidianas, a lo que los habitantes de suelo español afirmaban el rey no está, el rey se fue, el rey está en BABIA, exactamente nos pasa en este pueblo afligido con sus lideres políticos parecen viven en otra realidad, o en alguna utopía, porque como se explica la situación que vivimos, esperemos que esto cambie, eso prometieron.
Esperemos que el mandatario está a la altura, ante la gravedad de esta crisis que estamos viviendo, cuando se le imponga la banda presidencial, recuerde es el mandatarios de todos los colombianos y que siempre de la cara en los momentos buenos como los malos y el gabinete demuestre está a la altura de las circunstancias, hay que ponerse a gobernar en serio.
No podemos continuar en el pobrismo, un sistema de multiplicar pobres, para tenernos como clientes y tenernos en demanda permanente y esperemos este gobierno de izquierda no triplique al exponencial máximo este sistema, hay que crear condiciones dignas de vida, empleo de calidad y parar de repartir TC (Transferencias condicionadas), los famosos subsidios a las personas vulnerables o en condición de pobreza, que solo lleva el nombre, porque es bien sabido este programa es foco de corrupción porque muchas personas que lo necesitan acceden a él, sin ningún control, ya paremos el protestodomo y dejemos de seguir viendo el retrovisor y tirar para adelante.
Y no podemos los ciudadanos de a pie, a los que nos golpean en gran mayoría y con más fuerza, las políticas que adelanten en sus programas de gobiernos los mandatarios de turno, no se nos permite estar en Babia (significa “hallarse alguien distraído y como ajeno a lo que sucede a su alrededor o a aquello de que se está tratando).
BZ.