Hoy es uno de los días más tristes de mi vida. Me toca abandonar mi propia tierra, Tuluá por ser víctima de extorsión de un grupo de antisociales.
Mi familia fue amenazada delante de mi, mi padre, mis hermanas. Con toda la impotencia y dolor tome la decisión por la seguridad de mis seres queridos de abandonar Tuluá.
Dedique toda mi vida a representar a mi país en el exterior, a darle alegría a mi pueblo colombiano, cuando por fin me dispongo a descansar, a retomar mi tiempo perdido con los míos, soy obligado a salir por la puerta de atrás de mi propio pueblo.
No soy del estilo de personas que se queda callado ante la injusticia.
Deseo denunciar antes los medios de comunicación y el país lo ocurrido.