A partir del 7 de agosto, el presidente electo Gustavo Petro y el nuevo canciller, Álvaro Leyva, tendrán que barajar nombres para reemplazar a los embajadores con respaldos políticos y cercanos a Iván Duque que ocupan las delegaciones más apetecidas. Los únicos con posibilidad de quedarse en el cargo serían los embajadores de carrera. Juan Carlos Pinzón, embajador de Colombia en Estados Unidos, Luis Guillermo Plata en España y Alicia Arango ante las Naciones Unidas en Ginebra, optaron por presentar su carta de renuncia después de que Petro ganará las elecciones el pasado 19 de junio.
Mientras tanto, Jorge Londoño de la Cuesta, exgerente de Empresas Públicas de Medellín (2016-2019) que lidió con la emergencia de Hidroituango y posteriormente fue nombrado por el presidente Duque como embajador de Colombia en Canadá, empaca maletas al igual Ángela Ospina de Nicholls, mamá de Sabina Nicholls -esposa de Santiago Pastrana- hijo del expresidente Andrés Pastrana. Solo duró cuatros meses en la embajada de México, la nombraron en 2021, pero tardó 6 meses en presentar credenciales al presidente Andrés Manuel López Obrador. Caso contrario al de Ana Milena Muñoz, esposa de César Gaviria, que fue de las primeras en ser nombrada y en 2019 tomó las riendas de la Embajada de Egipto. Sin embargo, también tiene los días contados.
De vuelta en Colombia estará Felipe García Echeverry, exmagistrado del Consejo Nacional Electoral en representación del Centro Democrático y Alfredo Rangel, otro alfil uribista y mano derecha del expresidente Álvaro Uribe en temas de seguridad, estaba en la embajada de Nicaragua desde 2020 después de su intento fallido de ser reelegido como senador del Centro Democrático. Se le suma Juan Manuel Corzo, exsenador conservador que también se quemó en las elecciones legislativas de 2018 y fue premiado con la embajada de Colombia en la Habana. Además de Guillermo Botero, primer ministro de Defensa de Duque y que salió con cuestionamientos directo a la embajada de la República de Chile; Carmen Inés Vásquez, exministra de Cultura del presidente que se encuentra en el embajada de Uruguay; Gloria Isabel Ramírez, estratega de comunicaciones de la campaña de Duque que estaba en Italia; Ángela Montoya en Noruega y Carmenza Jaramillo en Hungría.
Del combo del presidente Duque, regresa su gran amigo Jorge Mario Eastman, quien también fue su primer secretario general y pasó directo a la embajada de la Santa Sede. Asimismo, Felipe Buitrago, que después de fracasar en su intento de impregnar el ministerio de Cultura de la visión de economía naranja, fue nombrado en la importante embajada en Berlín. Sin embargo, a duras penas tuvo tiempo de aterrizar como sucedió con Álvaro Gómez Jaramillo, empresario y uno de los herederos del Grupo Familia, en la embajada del Reino Unido, que se posesionó hace solo dos meses.
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