Después de las elecciones presidenciales, el comportamiento de varios de los partidos que no apoyaron a Gustavo Petro ha dejado mucho que desear, pareciera que todos sucumben ante el gran acuerdo nacional y la posibilidad de tener cuotas burocráticas, sin que emerja un discurso que contraste el ideario del movimiento que tendrá el poder durante los próximos cuatro años.
Es entendible que, en medio de la derrota electoral, las ideas que pierden, nadie las quiera asumir, a decir verdad, ¿quién quiere estar con el perdedor?, estar con el ganador es algo irresistible, está de moda, es lo que conviene, es lo que todo el mundo aprueba.
Lo preocupante es que, ante este panorama, el discurso de izquierda de Petro domina el escenario público sin contradictores, la derecha se desdibuja, no tiene nada qué decir. Siendo sinceros, las personas lo que quieren escuchar son propuestas, y el único libreto que se tenía era que Petro era “castrochavista” y “socialista” (lo que es cierto en varios aspectos, pero eso ya no pega, ni tiene profundidad).
¿Y aquí dónde están los cristianos? Antes de responder esto, recordemos que, desde la apertura de la libertad de culto y religiosa en la Constitución del 91, se ha dado un sostenido crecimiento de la participación de este grupo en los cargos de representación política tanto en el nivel local con concejales, ediles, diputados como a nivel nacional, (congresistas, y funcionarios) y que ha servido para fortalecer la democracia.
Ahora, contestar si los políticos cristianos tienen un discurso en este tiempo para enfrentar a Gustavo Petro, se tiene que hacer una importante salvedad: los cristianos también votaron por Petro, por inaudito o normal que suene, varios lo hicieron entre ellos: Alfredo Saade, Edgar Palacio Senador de Colombia Justa y Libres, incluso Ricardo Arias presidente de está colectividad, y por supuesto, los cristianos del común que asisten a las iglesias.
¿Y esto por qué pasó?, porque la realidad es que los cristianos no tenemos un discurso político, hemos tenido una ausencia de ideología desde hace años que nos pasa factura, primero porque desde el 2002 se asumió el uribismo como la referencia ideológica, y ahora aparece en el horizonte el petrismo para tomar ese lugar.
Lo cual no deja de ser triste, porque el cristianismo podría echar mano de muchos referentes históricos, y de su libro más importante la Biblia, para no estar al vaivén de la ideología dominante del momento.
Miremos las grandes figuras cristianas de la historia de la humanidad, (eso sí, dejando por fuera muchísimos): San Agustín (gran pensador del cristianismo) Martin Lutero (líder de la reforma protestante), Isaac Newton (padre de la mecánica moderna), William Wilberforce (acabó con la esclavitud en Inglaterra), Dietrich Bonhoeffer (líder de la resistencia contra los nazis), Milada Haráková (lideró la resistencia contra el comunismo), Rosa Park (líder del movimiento de los derechos civiles), Martin Luther King Jr. (luchó contra la segregación racial).
Ellos son el claro ejemplo que los cristianos podemos construir y proponer una ideología propia, que traiga soluciones nuevas y diferentes a los grandes problemas y retos de Colombia (narcotráfico, pobreza, guerra, etc.). Así, ¡seremos luz!, mientras tanto esperaremos, como de hecho lo hace el mundo entero. (Porque la creación aguarda con gran impaciencia la manifestación de los hijos de Dios.)
