Para el 28 de junio está previsto que sea presentado el informe final o de cierre de la la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, CEV, presidida por Francisco de Roux Rengifo, sacerdote jesuita colombiano. Esta es, entre otras, una de las Instituciones que se desprendieron de la firma de los Acuerdos de Paz de La Habana, firmados en 2016. La CEV fue creada mediante el Acto Legislativo 01 de 2017 y el Decreto 588 de 2017, por un período de tres años de duración y con un período adicional previo de seis meses para preparar lo necesario para su funcionamiento.
Pero ante las dificultades, la Corte Constitucional aprobó la extensión del período hasta el 27 de junio de 2022, seguido del período de socialización del informe, que es de dos meses, y termina el 27 de agosto de este año. Pese a que no es vinculante, hace parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, conjunto de mecanismos para garantizar los derechos de las víctimas estipulados en el Acuerdo de Paz.
La CEV es de carácter temporal y extrajudicial y busca conocer la verdad de lo ocurrido en el marco del conflicto armado, contribuir al esclarecimiento de las violaciones e infracciones cometidas durante el mismo y ofrecer una explicación de su complejidad a toda la sociedad. Su tarea se sintetiza en escuchar a víctimas, responsables y testigos del conflicto armado de todos los sectores, regiones y condiciones sociales en el país para lograr un relato amplio y comprensivo de los hechos y contextos que explican medio siglo de guerra.
Por eso la CEV “tiene previsto presentar al país el Informe Final de las actividades que realizó con el fin de esclarecer lo ocurrido en el marco del conflicto armado en Colombia, promover el reconocimiento de responsabilidades, fomentar la convivencia y sentar las bases para la no repetición como parte del Legado que le dejará al país” (CEV).
Las expectativas son enormes puesto que en un anticipo mediante comunicado público, la CEV confirmó que hizo “13.680 ejercicios de entrevista individual y 1248 de entrevista colectiva que han permitido la escucha de 14.882 personas, para un total de 28.562 personas escuchadas en todo el territorio nacional, sumado a los testimonios recogidos de las víctimas del conflicto armado que se encuentran en el exilio”; es decir, que las cifras por sí solas nos indican que tanto víctimas como victimarios ayudarán a conformar el gran relato histórico de esos 50 años de tragedias colombianas.
La CEV expresó que en este proceso ha recogido “testimonios de campesinos, comunidades afrocolombianas, negras, raizales, palenqueras, del pueblo Rrom, indígenas y otras organizaciones de víctimas. Asimismo, de defensores de Derechos Humanos, expresidentes, excombatientes, miembros de la Fuerza Pública, empresarios, integrantes de la comunidad LGBTI, jóvenes, organizaciones de mujeres y demás sectores de la sociedad civil que estuvieron relacionados directa o indirectamente con el conflicto armado colombiano”.
Escuchados víctimas y victimarios, el gran paso lo tienen el sistema judicial y una sociedad colombiana agobiada y sedienta de paz, una paz esquiva porque aún persisten núcleos armados y el Gobierno no tiene el monopolio de la fuerza. En la medida que la sociedad se desarme encontrará el camino hacia grandes transformaciones. Ahora vendrá el balance. ¡Gracias CEV: La Verdad, sólo la Verdad!