Muchas galerías realizaron su momento cultural. Algunas de ellas inauguraron exposiciones para la Noche de la Galerías que se realiza el último jueves de cada mes. Para la comodidad de los espectadores, existe un servicio gratuito de bus que sale del centro comercial El Retiro y que va dejando y recogiendo a la gente interesada en su interesante recorrido.
La Cero Galería abrió sus salas con la exposición de las Naturalezas vivas de Lucas Posada tiene que ver con la intuición formal del mundo de los sentidos. Fue una experiencia plena que realizó durante dos años con un chef para que sus obras estuvieran cargadas de referencias sensoriales, circunstancias casuales y armonías habituales.
Sus pinturas hacen un homenaje a artistas de la historia del arte, tal puede ser el planteamiento de los carteles de pintor de la nobleza francesa como Henri Toulouse Lautec, retoma igual del Cubismo de Picasso, o de los ritmos que Henri Matisse propuso a comienzos del siglo XX. Acoge el arte Pop de Roy Lichtenstein o de Andy Warhol que se acercan detenidamente a una realidad del consumo en los años sesenta o imita las formas casuales que planteó el grafitero Keith Haring en los años ochenta.
Lucas Posada recorre y retoma tiempos y caminos. Por eso une lenguajes para contaminarse de ellos y producir un planteamiento singular y propio. Unas obras secas y definidas otras son planteamientos más abstractos. Unos pintados con una delicadeza casi realista otros tremendos y expresivos con materia pero, todos son él.
En este caso de sus bodegones también existe una la relación de los colores con la elaboración de los sabores o la intuición de los olores. Un trabajo que une la condición humana desde los sentidos porque se trata de recrear la atmósfera íntima; o un lugar común que propicia el encuentro en el rito de una cena.
La mesa en sí misma, —cuando existe— en sus obras es una escenografía geométrica. Cuando no, es una atmósfera propicia para su propuesta de una vida en su cotidianeidad.