El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha eliminado el derecho constitucional al aborto en el país tras anular, tal y como se filtró a principios de mes, el fallo Roe contra Wade que reconoció por primera vez el derecho de las mujeres al aborto sin restricciones durante el primer trimestre del embarazo, un precedente legal que se lleva usando en el país desde 1973.
La decisión ha sido adoptada con el voto a favor de los seis jueces conservadores y el rechazo de los tres magistrados liberales del alto tribunal.
Al eliminar el carácter de derecho constitucional, el fallo del Supremo da vía libre a los estados para ejecutar su prohibición, en medio de una disputa sobre una ley de 2018 aprobada por la legislatura republicana de Mississippi para prohibir los abortos después de las 15 semanas.
En este sentido, los legisladores de más de una veintena de estados bajo el mandato del Partido Republicano tienen preparados ya proyectos de ley que prohibirían o restringirían el aborto en el momento en que Supremo anulara Roe contra Wade, según explicaron al principios de mes fuentes judiciales al periódico 'The New York Times'.
Trece de ellos tienen preparadas ya las llamadas "leyes de activación automática" para restringir o prohibir el derecho al aborto en el mismo momento en que el Supremo anule el fallo.
Reacciones
El líder de la minoría republicana de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ha sido uno de los primeros responsables del Partido Republicano en aplaudir la decisión del Supremo; un dictamen que "salvará innumerables vidas inocentes".
"La Corte Suprema tiene razón a la hora de devolver a los estados y a sus representantes electos el poder de proteger a los no nacidos. Vamos a trabajar para seguir rechazando estas políticas extremas que permiten el aborto tardío con el dinero del contribuyente", ha añadido en una declaración recogida por la cadena NBC.
Por contra, grupos por la defensa del derecho al aborto como el Instituto Guttmacher, han criticado a los "ideólogos antiabortistas" del Supremo por "desatar la incertidumbre y el dolor sobre las personas que no piden nada más que ejercer su derecho fundamental a la autonomía corporal", según su presidenta y directora general, la doctora Herminia Palacio.
La ONG Human Rights Watch (HRW) también ha criticado el fallo y recordado que "el acceso al aborto es fundamental para garantizar muchos Derechos Humanos fundamentales, incluido el derechos a la vida y a la seguridad de la persona; privacidad; no discriminación; y libre de crueldad, tratos inhumanos o degradantes, entre otros", según ha hecho saber su directora adjunta y responsable de la división para los derechos de la mujer, Amanda Klasing.
"Todos estos derechos están reconocidos en el derecho Internacional a través de tratados ratificados por Estados Unidos", ha añadido.