Desde el 29 de mayo en la tarde cuando se conocieron los resultados de la primera vuelta, el expresidente Álvaro Uribe se ha mantenido alejado de las redes sociales y medios de comunicación. Pasa sus días relajado en su casa-finca en Rionegro ubicada en el oriente antioqueño en compañía de su esposa Lina Moreno de Uribe mientras sus hijos, Tomás y Jerónimo, se encuentra fuera del país, instalados en Brasil y México respectivamente, enfocados en expandir su startup inmobiliaria La Hauss. Sin embargo, Claudia Bustamante, excandidata al Senado del Centro Democrático en 2018 y actual cónsul de Colombia en Orlando, Florida, que es bastante cercana al círculo del expresidente, envió a su hija a visitarlo en su representación en Rionegro.
La joven logró una imagen con Uribe en la que se le puede ver saludable y resplandeciente aunque se encuentra ausente de la escena pública por estos días cuando nunca lo había hecho en el pasado ni siquiera cuando renunció a su curul al Senado acusado de falsos testigos.
Desde Rionegro también recibió hoy la invitación de Gustavo Petro, su gran contradictor y opositor, que lo invitó a reunirse en la Casa de Nariño en caso de llegar a ser presidente.
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