Hace algunos meses, cuando las directivas verdolagas decidieron poner a cargo del equipo a Hernán Dario Herrera, cientos de hinchas hicieron fuertes críticas en redes sociales. No podían creer que, como en el caso de Alejandro Restrepo, desde arriba le dieran el aval a un hombre que tenía pergaminos en las inferiores del equipo, pero no una experiencia real al frente de una institución como Atlético Nacional. Sobre la mesa estaban nombre como el de Reinaldo, incluso Hernán Crespo, pero ellos querían dejar al arriero como interino.
Pasó el tiempo, y esos mensajes de odio fueron cambiando por felicitación. El técnico empezó a demostrar que sin tener la hoja de vida de Rueda o del argentino, podía hacer un trabajo importante desde el banco verdolaga, y los resultados lo acompañaron. Una senda de victorias inició para el club verdolaga, que finalizó el todos contra todos en la tercera posición y logró el paso a los cuadrangulares finales de la liga nacional.
Contra todos los pronósticos, el equipo paisa logró no quemarse en la parte final del torneo, problema que era recurrente en los últimos años, y está a punto de pasar a la final después de la victoria frente al Bucaramanga. Al parecer Herrera va a lograr lo que no pudieron hacer técnicos de talla como Jorge Almirón, Paulo Autuori, Juan Carlos Osorio o Alexandre Guimaraes y después de 4 años llevará a Nacional de nuevo a la final de la liga local.
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Atlético Bucaramanga 0 - Atlético Nacional 1.Reacciones a la victoria verdolaga...
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— Nacional Es Pasión (@NacionalsPasion) June 9, 2022
Si los Ardila Lulle se hubiesen acelerado y hubiesen contratado a Hernán Crespo en marzo, o cuando se enteraron del despido de Reinaldo de la selección, en abril, le hubiesen propuesto el cargo de director técnico, seguramente los buenos resultados habrían llegado hasta allí, con el inicio de un nuevo proceso, y a día de hoy los hinchas verdes no estarían felices por el posible paso a la final.
Ademas, hubiesen gastado una millonada en la contratación de dichos técnicos, a quienes les iban a ofrecer un tope salarial de 700 mil dólares anuales, en el caso de Rueda un poquito mas por haber llegado de la selección, y no habrían ahorrado ese dinero para mejora de infraestructura o para la compra de otros jugadores. Sin duda, mantener al arriero Herrera fue una estrategia tremenda por parte de la directivas, no solo en lo económico, sino también en lo futbolístico.
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