Según el agrio humor rolo, a Juanma lo apodaron aguacate, porque lo maduraron a punta de periódico.
De acuerdo al relato callejero que contaba mi lustrabotas de toda la vida en el Parque de Chapinero, cuando la familia Santos era la dueña mayoritaria del periódico El Tiempo y el bisabuelo-presidente pasó a mejor vida, sus deudos empezaron la ardua tarea de buscar el próximo presidente en la familia.
El menos opcionado era Juan Manuel, pues era feo de solemnidad, se comía la lonchera de sus amiguitos en el kínder, tenía dificultades para pronunciar bien las palabras, pues al intentar decir una frase pronunciaba la primer palabra y luego saltaba a la última; era tímido, retraído, rencoroso y buena vida; pero eso si, lo único que lo hacía inmensamente feliz, era viajar en barco.
Entonces en vista de su futuro poco promisorio, lo metieron a la Fuerza Naval. Aunque sus enemigos aseguran que “lo metieron a la fuerza, a la Naval”; sin embargo, usted es libre de interpretarlo como quiera.
¡Todo parecía perdido!
En vista de su dificultad oral, la familia Santos se reunió de nuevo para decidir qué hacer con Juanma, entonces con muy buen tino, supusieron que si hablaba tan mal, de pronto podría escribir mejor.
Entonces lo metieron a El Tiempo como columnista semanal. Al comienzo solo escribía tonterías pero poco a poco se fue puliendo hasta que algo aprendió. Y así, escribiendo por tantos años, se hizo conocer en todo el país.
Es decir lo maduraron a punta de periódico
Hoy, después de tantos años, los historiadores aún no han podido definir cuántos de esos artículos de Juan Manuel Santos fueron útiles, si alguien los colecciono o terminaron convertidos en limpiones en la cocina; quizás, poco probable que hayan terminado ensartados en un garfio como papel toilette.
¿Alguno de ustedes podría calcular qué porcentaje de esos artículos pudieron terminar en la taza del sanitario?
Si cree que el 100 por ciento de los artículos de Juanma tuvieron tan putrefacto final, usted es un hombre pedante de derecha, que merece estar al lado de Uribe, los paramilitares y Fico.
Por el contrario, si usted opina que esas piezas son literatura pura o forman parte de una valiosa colección, y que el 0 % de sus artículos no tuvieron tan maloliente final, entonces usted es un odioso izquierdista, que merece estar al lado de Petro, Benedetti, Piedad, Roy y Mockus; incendiando almacenes con la primera línea, echando bala en El Monte con el ELN y las disidencias de las Farc.
Pero… si usted escribió 50 % eso quiere decir que usted milita en el puro centro.
Entonces merece ser felicitado, porque ya maduró políticamente y sabe por quién votar.