-Llegó un momento en que el precio de la coca se puso muy malo y las fumigaciones estaban acabando hasta con la comida y yo me cansé. Y de tanto veneno que se le echa a la tierra para combatir el gusano que ataca a la coca. Con mi esposa dijimos no más. Por ahí aparecieron unas organizaciones y el ministerio y nos propusieron que si queríamos sembrar cacao y nos metimos. Acabamos con la coca y nos pasamos al cacao. Nos capacitaron y ahí tenemos nuestro cultivo orgánico. Conocemos todo el proceso. Cómo son los semilleros, la poda, el abono. Ahora también metimos caña, pescados para el consumo, un poquito de ganado, cerditos y hemos ido resembrando el bosque nuevamente: Tecas, Abarcos, Achapo, Ahumados. Y para qué, la tierrita ha respondido. Estamos recuperando el bosque. En la familia decimos ahora que aquí se llama “Empresa agroforestal La Ceiba”.
-¿Y sus vecinos hicieron lo mismo?
-No muchos. La gente se pone es a talar y a meter ganado. Y si sube el precio de la arroba de coca vuelven a echar. Un año se demora la coca en producir. El cacao 17 meses. Yo les digo que piensen en los hijos, pero les entra por una oreja y les sale por la otra. Pero no a todos. Muchos estamos cambiando.
José Olivo Rodríguez
Vereda Las Mercedes, Solano –Caquetá.