En la mesa de noche Juan Camilo Hernández encontró una hoja de papel escrita con la letra de su papá. El mensaje era escueto y directo. En la nota su papá le informaba que tenía 72 horas para irse de la casa. Al siguiente día el rebelde joven fan de los Beatles y del Rock and Roll de Jimi Hendrix estaba viviendo en una pensión en Medellín. Tenía 17 años. Eran los últimos meses de la revolucionaria y liberadora década de los 60. Diez años después, ya casado y con un hijo a cuestas, fundó Offcorss, la marca de ropa infantil más famosa de Colombia, que completa 43 años en el mercado y se mantiene como líder en su segmento.
Juan Camilo Hernández dictó clases de matemáticas y trabajó como vendedor en una tienda de discos. A sus 18 años, su buena pinta lo convirtió en modelo de pasarela, oficio que lo llevó a vivir unos años en la fría Bogotá de los 70’s. Se instaló en el diminuto cuarto de una portería de edificio al norte de Bogotá en el que no cabía más que su cama.
Durante sus andanzas por el centro de la ciudad, conoció y anheló entrar a estudiar en la costosa Universidad de Los Andes, pero no tenía con qué. Después de lograr una cita con el rector de aquel momento, Francisco Pizano, le propuso pagar el semestre en cuotas semanales. A cuentagotas estudió Ingeniería industrial durante cuatro años y medio. Le faltó muy poco para graduarse y obtener el diploma.
Juan Camilo Hernández, junto a su primera esposa, María Gloria Mejía, fundó hace 42 años la marca de ropa infantil más importante del país.
Volvió a Medellín de la mano de Jean Claude Bessudo, como empleado de Aviatur, pero no resistió el depender de un sueldo. Renunció un año después para ponerse a hacer cualquier cosa que le permitiera vivir tranquilo y feliz. Era y sigue siendo su filosofía de vida. Vendió carros, montó una marquetería y hasta se asoció con sus hermanos y armaron un local en el que vendían postres y hamburguesas.
Se casó con María Gloria Mejía Correa, una de las hijas del empresario antioqueño Santiago Mejía Olarte, a quien conoció cuando ella diseñaba vestidos infantiles para la fábrica textil Caribú. Ya como como esposos, se metieron al negocio de ropa para niños. Con ella aprendió de diseño y confeccionar camisitas y pantaloncitos. Crearon la marca Rancho. La ropa que fabricaban lograron ponerla en los almacenes Éxito, entonces la cadena de almacenes mas importante de Medellín; pero también en La 14 de Cali y en el Ley de Bogotá.
La marca Offcorss nace en 1979, casi con el primogénito a quien no le encontraban ropa a su gusto; buscaban diseños no convencionales y frescos. Decidieron ellos entonces diseñarle sus vestimentas: colorida, cómoda, suelta, por fuera de los modelitos tradicionales con que vestían a los niños en los 80 en Medellín.
En la actualidad Offcorss tiene 120 tiendas en Colombia y el exterior. El 90% de la producción es confeccionada con materia prima nacional. La empresa colombiana de telas Fabricato, que tiene más de 100 años de fundada, es su mayor proveedor.
El nombre de la marca se lo debe al publicista y amigo suyo Michel Arnau, dueño de la empresa de publicidad DDB. Juan Camilo Hernández le pidió ayuda Aranu con un nombre para su naciente compañía, la respuesta del publicista fue “off Course”, que en español significa “por supuesto”. Lo convirtieron en Offcorss cuando le dijeron a un ayudante de la empresa, que no sabía inglés, que escribiera aquella palabra. El joven escribió Offcors, Arnau le agregó la última ‘s’ por cuestión de estilo, y así nació Offcorss, la marca que hoy en día vende al año nueve millones de prendas para bebé.
La primera tienda de Offcorss en Colombia no la abrió Juan Camilo Hernández, ni su esposa, sino una de sus clientas que tenía en Bogotá: Beatriz Mora. La mujer inauguró un local en Cedritos, al norte de Bogotá, que bautizó con la marca de su proveedor y luego siguió con Cali, la segunda ciudad a donde llegó la marca. Offcorss nació pegando duro.
El primer local Offcorss de propiedad de Juan Camilo Hernández estaba en el centro comercial Salitre Plaza, en Bogotá. Le fue tan bien que después le compró a Beatriz Mora sus tres locales. Actualmente esta marca tiene 120 tiendas en Colombia, México, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Ecuador, República Dominicana, Bolivia, Perú y Estados Unidos, donde trabajan unos dos mil empleados y con las que vende anualmente alrededor de 250 mil millones de pesos.
Esta empresa saca nuevas colecciones cada mes, y lo hace con un equipo robusto de diseñadores que cada 30 días elaboran 2600 nuevas prendas.
El éxito de Offcorss es una sumatoria de varias cosas. El diseño fresco y colorido que él siempre quiso enamora a los niños y a sus papás; saca colecciones nuevas cada mes, no cada tres como las demás tiendas ropa y lo hace porque tiene un robusto equipo de diseñadores que mensualmente están inventando 2600 nuevas prendas; el 90% de la ropa que vende en sus tiendas es confección y materia prima colombiana. Fabricato, una de las empresas textiles más importantes del país, fundada en Medellín hace 100 años, fabrica el 92% de su materia prima.
Gran parte del dinero que llega a sus registradoras el empresario lo invierte ayudando a niños con deficiencias cardiácas desde la Fundación Santiago Corazón y haciendo otras obras filantrópicas dirigidas a la población más pequeña del país.
Tras el divorció de su esposa María Gloria Mejía, el empresario se quedó solo con el negocio que maneja desde su finca en Rionegro donde vive, aislado de reuniones sociales y de demasiadas juntas o grupos de trabajo, que le aburren. Ese oficio se lo delega a sus gerentes. Disfruta cómodamente de los réditos que le deja su empresa, sin abandonar las costumbres aprendidas en sus tiempos de buen hippie de los 60, de desprendido y gocetas.
