Es increíble la polarización del país, pero es más increíble aun el sectarismo al cual han llegado docentes y estudiantes de diversas universidades del país en torno a la candidatura presidencial del señor Petro y de su fórmula vicepresidencial Francia Márquez.
Basta con decir que estudio en la Universidad Javeriana, una institución privada y confesional, donde los profesores de la Facultad de Ciencias Sociales (donde estudio) se han dedicado por redes y en clase a hacerle campaña al señor Petro, despreciando e insultado a todos los que no pensamos como ellos (busquen sus redes hicieron simposio de vivir sabroso).
Ya era claro el odio que estos profesores y estudiantes tienen hacia la iglesia católica -y la burla a los creyentes- pero recientemente han iniciado una campaña progresista de obligar a hablar con la e, a hablar bondades de Petro y Márquez y a fomentar el acoso contra todos los que no somos petristas ni de izquierda.
Ese discurso pro mujer que tanto mencionan en marzo se les cae cuando, en medio de una clase, un docente me llama "bestia" por haber votado hace varios años por Uribe. Se les cae cuando empieza el acoso por redes y en la universidad cuando alguien mencionó que iba a votar por Fico.
A mí, desde ayer, me tratan de machista, alienada, narcotraficante (aunque los profes y sus estudiantes salen a consumir en las salidas de campo o los viernes en la noche) y muchas cosas más porque voté por Rodolfo Hernández.
¿Dónde queda la democracia y la paz que tanto dicen amar? La verdad temo volver a las aulas, ya están organizando reuniones para quien sabe que protesta hacer porque su tan amado líder no ganó en primera (ya para el primero quieren quejarse porque que gane R.H. no es democracia, solo si gana Petro es democracia).
Los que me lean pueden decir "busque a los directivos" pero... si la misma decana es la que se hace la de la vista gorda para defender a sus amigos (o amigues como ahora obligan a hablar) diciendo que uno está mal. Hace menos de un mes me bajaron la calificación por no usar "lenguaje inclusivo" y las directivas me dijeron que está en libertad el profesor de calificar como quiera y que eso es válido (más que el docente es minoría y cuidado uno le dice algo).
La verdad no se que pase, pero ojalá haya un alto y se busque respetar los derechos de todos y no solo de los estudiantes y profesores izquierdistas que quieren el cambio en primera, viviendo en Rosales, gastando 400.000 en droga los viernes, estudiando seis años o ganando jugosos salarios dando tres clases de baja calidad.
Lamentablemente me quedan muy pocos semestres para cambiar de universidad, pero aun no entiendo como la rectoría deja que en Sociales hagan lo que quieran.