Mucho se habla de las muertes de líderes disidentes de la extinta guerrilla de las Farc en Venezuela, algunas voces manifiestan que se deben a una guerra por territorios entre los hombres de La Segunda Marquetalia y Gentil Duarte, en algunos espacios políticos se escucha la versión de enfrentamientos por asumir el poder del narcotráfico en Colombia, pero también se corre la voz de un enfrentamiento entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias del Frente Jorge Briceño, pero que hay de real en estas versiones solo el tiempo lo dirá.
Lo cierto es que aunque menos mencionada por los efectos políticos y militares que podría generarse entre Colombia y Venezuela, pero no menos posible, es la versión que comandos colombianos pertenecientes al ejército nacional han incursionado en ese territorio y en alianza con ex integrantes e integrantes activos de la Guardia Nacional Bolivariana y en algunos casos en compañía de disidentes de las Farc tras la búsqueda de las recompensas ofrecidas por sus cabecillas han logrado llegar a los lugares donde han sido dados de baja a Jesús Santrich, Romaña, el Paisa y ahora Gentil Duarte, y por supuesto ni el gobierno de Colombia y mucho menos el venezolano se han manifestado al respecto.
No sería la primera vez que un gobierno colombiano entra en territorio internacional para dar de baja a comandantes guerrilleros, el caso más sonado ha sido el bombardeo en Ecuador al campamento donde se encontraba Raúl Reyes, y también cabe recordar que en el caso con Venezuela, fue en la Guajira-Colombia donde se formaron las unidades militares que intentaron derrocar a como diera lugar a Nicolás Maduro y sus más cercanos colaboradores mediante la Operación Gedeón, pero mientras esto sucedía en la frontera colombo venezolana, sus jefes políticos se paseaban por Bogotá sin ningún inconveniente teniendo reuniones con distintas personalidades del mundo empresarial, político y social colombiano que se identificaba con ellos en la necesidad de sacar del gobierno al presidente Nicolás Maduro, incluso algunos detenidos tras la fracasada Operación Gedeón, manifestaron que la Dirección Nacional de Inteligencia colombiana estaba en contacto permanente con ellos.
Algo tenían en común estos excomandantes asesinados en venezuela y era el no creer en el proceso de paz firmado entre su antigua organización y el gobierno de Colombia en cabeza del presidente Juan Manuel Santos, por considerar que habían sido traicionados por el mismo presidente Santos y por supuesto mucho más por el actual presidente de los colombianos Iván Duque a quien señalan de hacer todo lo posible por hacer trizas el acuerdo comúnmente conocido como “Acuerdo de Paz del teatro Colón” en razón al nombre del teatro donde fue firmado en noviembre del año 2016.
Indiscutiblemente estos han sido golpes muy duros para las disidencias de las Farc sin importar quiénes o detrás de qué propósito hayan ido al eliminar a Santrich, Romaña, el Paisa y a Gentil Duarte, pero ahora se presume que mientras por los lados del Frente Jorge Briceño y de las unidades guerrilleras al lideradas por Gentil Duarte, el mando lo asumirá “Iván Mordisco”, mientras que La Segunda Marquetalia, seguirá en cabeza del Iván Márquez quien ha tenido que ir reestructurando su nueva organización y de quien se dice vive en un mundo de desconfianza por lo sucedido con sus hombres más cercanos.