Nuestra travesía por Bogotá está cerca de su final. Para terminar vamos a conocer dos experiencias: por un lado, qué significa hablar de ciudad-región, y por el otro, cómo transformar material considerado basura en productos útiles.
Para entender el tema de lo que implica pensar a Bogotá y Cundinamarca como una ciudad-región charlamos con el profesor e investigador Andrés Hernández, quien hace parte del Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Desarrollo – Cider. Andrés nos recibe en su oficina con un gran sonrisa y nos cuenta que su pasión por lo público, los movimientos sociales y la gobernanza ambiental viene de sus primeros contactos con líderes locales que le enseñaron a entender los conflictos urbanos entre el crecimiento del territorio y la protección de lo ambiental. En su trabajo ha aprendido que lo más valioso es trabajar en red, participar en escenarios de discusión y enfrentar otra manera de hacer política.
“Hay momentos difíciles en que uno quiere salirse de esto, pero tuve papás artistas que me enseñaron a construir un lenguaje desde la abstracción, uno no puede abandonar sus ideas, debe persistir. Mi mayor orgullo es que soy feliz y libre haciendo lo que quiero, aportando una mirada, me realizo día a día en mi trabajo, en los escenarios de debates políticos y sociales”. Andrés se declara un optimista moderado, y es ese optimismo el que lo lleva a compartir con sus estudiantes los caminos y las estrategias para disminuir la desigualdad regional.