Arturo Virgilio Hernández es abogado penalista de origen cubano que lleva más de 40 años litigando en Estados Unidos. Fue escogido por Otoniel para que lo defienda ante la justicia norteamericana que lo acusa de manejar una empresa criminal, asociación delictiva para producir-distribuir cocaína y uso de armas; delitos por los que se declaró inocente. El costoso abogado tiene su propio bufete, con su equipo jurídico la estrategia será lograr una rebaja de pena con los testimonios de su cliente, evitando que pase los próximos 30 años en una cárcel que a sus 50 años serían una pena de muerte.
En 2016, Hernández fue el abogado defensor de Henry de Jesús López Londoño alias Mi Sangre señalado de ser un narcotraficante del Clan del Golfo que había sido extraditado a Estados Unidos una vez lo detuvieron en Buenos Aires, Argentina a donde había huído esquivado a las autoridades colombianas que lo buscaban también por ser miembro de la oficina de Envigado. Aunque Arturo Hernández lo defendió a capa y espada, en 2018 Mi Sangre fue condenado a 30 años de cárcel, un precedente que al parecer no fue relevante para Otoniel quien no sabe hablar inglés y con el cubano esto no es un percance.
La única visita que ha recibido Otoniel ha sido la de su abogado que han sido muy limitadas debido a que las entrevistas son a través de un cristal y no se permite el contacto físico.
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