El presiente Santos está en una encrucijada: la presión de los militares por copar las unidades de las Farc que tienen en su poder al general Rubén Darío Álzate para forzar un rescate puede terminar mal. Contrario a lo que se ha informado oficialmente, el río Atrato y toda la zona de Quibdó y las Mercedes hasta Bojayá está completamente militarizada, con lo cual será imposible para la guerrilla cumplir lo pactado y entregar al general sin contratiempos. De cara a los países garantes Santos mantiene su posición de facilitar la entrega, mientras que por otro lado le ha ordenado al ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón mantener la presión sobre la cuadrilla que tiene al general y que contó con 36 horas para adentrarlo en la selva, muy seguramente hacia Antioquia, antes de que las fuerzas militares reaccionaran. La inminente entrega de los dos soldados secuestrados en Arauca es un acto de la guerrilla que se reconoce como gesto de buena voluntad, pero toda la atención está puesta en el operativo del Chocó.