Ulpiano García Cobos es cotacacheño de estirpe, tiene desde niño alma y entraña ligadas al trabajo y arte, universo fundido con el juego de la rueda y los extintos billuzos. Asiduo oyente de su padre don Moisés García, cantor y entonador de la guitarra. Tiempo para aprender de su maestro de música (que llegaba al plantel en bicicleta) el celebrado profesor Germán Martínez. Tiempo también para recibir tres reales de nuestra desaparecida moneda el sucre, de manos de su vecina Graciela Echeverría, por sobresalir cantando música mexicana vestido de charro.
En 1970 García formó su primera agrupación musical, tenía nueve años, cantaba y simulaba interpretar el órgano, a la par que sus amigos tocaban guitarras de cartón, tarros por percusión, y curiosas trompetas ingeniadas con algún objeto. Inolvidable grupo conformado por Jorge Proaño, Marco Dávila, Jairo Gómez y Fausto Flores Buitrón que otrora cantaron en las esquinas.
Forjado de esa manera, Ulpiano García estudia en el colegio Luis Ulpiano de la Torre donde fue parte de la Banda de Guerra, dirigente estudiantil e integrante de la estudiantina. En 1981 inaugura la agrupación musical Los Aravicos. Aprendió talabartería, oficio que le sirvió para culminar sus estudios. Ejerció la docencia como profesor de Educación Musical en Lago Agrio, ciudad en la que mantuvo un programa de música folklórica en Radio Ecos del Oriente, colegio Don Bosco y Concentración Deportiva de Pichincha Quito.
Muchos enamoramientos del arte se cumplieron, García estudió en Quito en el Instituto Nacional de Danza, acumulando las enseñanzas de los célebres maestros Rubén Guarderas, Rafael Camino y Paco Salvador, afirmó la danza y el teatro. La Universidad Estatal de Bolívar le tituló de Licenciado en Etnomusicología.
En 1986 crea la Fundación Cachipugro Danzas, agrupación que ha prevalecido investigando y ejecutando la música, danza, teatro y la expresión corporal. El grupo dio momentos inolvidables a las fiestas de La Jora de Cotacachi, viajó a Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Argentina, México, dejando en alto la identidad del Ecuador.
Para sostener Cachipugro Danzas, García crea Ulpiano La Athelier del Cuero, empresa fabricante de artículos personales en cuero, apoyado por su esposa Jannette Aguirre, hijos y familia. Sirven para el propósito la publicación de dos libros de cultura “Inti Raymi, danza ancestral de su liturgia heliolátrica” en español e inglés y diez libros de Educación Cultural y Artística. La historia de García guarda premios, preseas, viajes y el reconocimiento de su pueblo por mantener durante años "El Festival del Pasillo” y una visión cósmica y andina del arte. (Entrevista por Germánico Solís)