El cantante Silvestre Dangond flota las pocas veces que visita los barrios donde viven las personas que lo aman. Su ego es reconocido en todas partes y le ha granjeado críticas en toda parte. Su conexión con la gente se hace palpable en cada presentación pero en el día a día tiene fama de complicado.
Esto lo ha alejado de ser un ídolo total, absoluto, como era Diomedes Díaz. En cambio Rafael Santos volvió a demostrar que heredó en su sangre la calidez del Cacique que lo convirtió en algo único, nuestro último rock star.
En este video se ve claramente la sencillez de Santos al entrar en una tienda.