Cuando los padres y abuelos de nuestra generación pronunciaban la frase, "mucho cuidadito, joven", era una alerta temprana que se enviaba para no cometer desafueros, evitar un mal comportamiento o también una severa orden para no "meter los guayos". La mencionada frase contenía una seria advertencia dirigida a asumir la conducta adecuada.
Lo anterior, lo hacían "los mayores y mayoras" de muy buena fe y por la capacidad de taumaturgos que tenían para avistar desde lejos con perspicacia y anticipación situaciones que posiblemente implicarían un descalabro, una caída o un riesgo en el trasegar por la vida.
Era una draconiana y seria advertencia que obligatoriamente había que cumplir sin contradecir. Con nuestros viejos, no existía espacio para cuestionar o controvertir sus órdenes. ¡Si señor! era la respuesta.
Mucho cuidadito mijo, con ese amiguito que usted tiene y que falta continuamente a clases, recuerde: "dime con quién andas y te diré quien eres"; mucho cuidadito jovencito que por ahí no es el camino correcto, mucho cuidadito con ir a nadar a ese rio que debe estar bastante crecido en época de invierno, mucho cuidadito con el Monstruo de los Mangones que acecha y se encuentra en todas partes. Mucho cuidadito joven, nos decían nuestros padres.
Como posiblemente somos de la última generación que les hacíamos caso a los padres o abuelos sin chistar, ni poner en duda su autoridad, sus sentencias u observaciones necesariamente eran para cumplirlas y ser acatadas con suma seriedad.
Pero anoche tuve un sueño de mucho cuidado: soñé que la horrible noche que vivimos con este desgobierno había cesado. En mi sueño una nueva luz se interponía en nuestro camino y esta luz, invitaba a no seguir viviendo en la incertidumbre que se había apoderado de nuestras vidas y provocado como consecuencia, lo que nos toca soportar.
La guerra que fatalmente nos regresaron, en mi sueño acababa. El hospital militar que sus camas volvieron a ser ocupadas, había mutado de nuevo, a Hospital Universitario, había regresado la calma ante la ausencia de soldados heridos y muertos. ¡Era un sueño! simplemente un sueño. Al despertar, me encuentro con la triste realidad: otra masacre, 11 campesinos muertos en Puerto Leguizamón, Putumayo.
Mucho cuidadito, jóvenes: nos robaron la paz y si los dejamos se la seguirán robando. Mucho cuidadito con ir a elegir los mismos con las mismas y ahora disfrazado: /Yo te conozco Bacalao/ no vengas con pugilato/que tu vienes a cada rato /pidiéndome una peseta/ te conozco Bacalao/ conmigo tú no te metas/.
Ya no es el cuento del castrochavismo, eso ya hace parte del pasado, ahora, hay que diseñar algo nuevo, algo sutilmente engañoso, novedoso, y especialmente dirigido a asustar adultos mayores: ellos, a los mismos que les despojaron la mesada 14, los mismos que les quitaron la remuneración de las horas extras, son los mismos que pretenden engañar a los viejitos de nuevo, para negarle un futuro digno a sus nietos, te tratarán de meter miedo con algo que es, una leve reforma pensional, que ni siquiera es reforma porque ya existe, si no, que es inaplicada: se trata de reducir un poco las incalculables utilidades, de los insaciables pulpos de los Fondos Privados de Pensiones, que invierten nuestro dinero ahorrado, en inversiones de alto riesgo.
¡Eso es todo! Eso que se lograría rescatar, es un acto de justicia: seria para lograr dar una mínima pensión a aquellos que nunca la lograrían.
¡Quién dijo miedo!
Los medios de comunicación, cajas de resonancia de intereses fácilmente identificables, como siempre hacen la amplificación de la mentira y posicionan lo siguiente: "es que Petro les va a quitar las pensiones". ¡¡Mucho cuidadito mijito con comerse ese cuento!!; decía mi abuela Petrona, cuando te pretendían meter los dedos a la boca. ¡¡Mucho cuidadito!
Ahora, hay una cosa que se hace necesario: el candidato Petro debe salir a aclarar el tema, porque la mentira hace carrera y mil veces repetida
Mucho cuidadito: Francia Márquez es un fenómeno político indetenible e imbatible por lo que representa: "Los Nadies". No me disgusta que la comparen con la fuerza y la imbatibilidad de un poderoso gigante inderogable, como lo fue King Kong en sus películas. Las tautologías estilo Marbelle no se dan cuenta que detrás de todo esto hay una historia de injusticia ancestral, una deuda histórica no cancelada, el trauma fundacional ocasionado por 300 años de atávica esclavitud, que generan un estado de desigualdad en el partido de la carrera por la vida.
¡Mucho cuidadito! A Francia se le puede controvertir razonablemente, se puede no estar de acuerdo con sus posturas, la pueden lapidar ideológicamente, pero este fenómeno disruptivo no se puede atacar con primarios comentarios racistas, como lo hizo la chaforote de Marbelle. Mucho cuidadito, porque quienes lo hacen se exponen a que se les devuelva como búmeran.
En fin y, para terminar: mucho cuidadito, con caer en la trampa que ya se encuentra tendida a la espera de incautos. Mucho cuidadito con elegir a "los mismos con las mismas" como decía Jorge Eliecer Gaitán. Mucho cuidadito, con repetir la misma tragedia 4 años más, eso no tendría perdón; porque como dice Héctor Lavoe en la canción de Salsa:
/Te conozco Bacalao/ aunque vengas disfrazado / Yo te conozco Bacalao/no trates de persuadirme/ siempre que te veo me dices/mi pana estoy arrancado/ conmigo tú no te metas/ te conozco... bacalao/.