Fanny Lu decía no estar segura por la decisión: bajaba la cabeza, miraba absorta al escenario, reía, suspiraba y encogía varias veces los hombros. Cuando pidió ayuda a sus colegas sobre el participante que tendría que avanzar a la siguiente ronda del programa ´La Voz Kids´, llegó a sus manos un elemento ancestral de la cultura indígena que la ayudaría a optar por la mejor opción.
Se trataba de un bastón de mando procedente de una comunidad Uitoto, situada en las profundidades de la Amazonía colombiana. Era de unos sesenta centímetros de altura, color escarlata, textura lisa, y con correa de tela para llevarlo al hombro. De su extremo superior, sobresalía una figura tallada que ilustraba a un nativo que lucía una corona (Nirukai) de plumas sobre la cabeza.
La jurado tomó el bastón por la cara grabada, cubrió el rostro por unos segundos, para finalmente apoyarlo contra el piso en orientación vertical. Luego, dirigiéndose a este símbolo de poder -como si se tratase de un confidente de carne y hueso- le exigiría una respuesta para la escogencia del ganador. Para ello, lo acercó a su oreja derecha, esperó algún secreto de su “asesor personal”, y sorprendida por no obtener respuesta alguna, rechazó la ayuda espiritual:
“Este man no me habla” –sentenció con alborozo la cantante caleña-. Mientras tanto, un risueño Andrés Cepeda respondería fuera de cuadro: “Es que habla en Uitoto y no se le entiende”
Esos ´manes´ que no hablan, o no se les entiende; representan a una de las tantas etnias colombianas que han tenido que soportar los embates de la violencia, venida desde todos sus ángulos y formas. Primero fue la conquista, época caracterizada por el ultraje español, que con la implantación de asentamientos pretendía suprimir las tradiciones antiquísimas de los primeros pobladores del territorio amazónico. Luego vino el éxodo masivo de Witotos esclavos hacia Brasil, explotados como mano de obra barata por parte de los colonos portugueses.
Parece que a Caracol Televisión, se le olvidó mencionar, al menos en palabras de alguno de los jueces del programa, la aniquilación de cerca de 80 mil nativos de distintas tribus por “La fiebre del caucho” (1879-1912), durante la cual, comerciantes inescrupulosos como Julio Arana -comerciante, peruano, fundador de la casa Arana- respaldados por concesiones indolentes de la clase dirigente del momento, (encabezada por el mismísimo presidente-general Rafael Reyes, quien aprobó el convenio de 1.906, donde se convertía a las zonas caucheras en tierra de nadie); endeudaban a nativos con machetes, espejos hachas, ropa y alimentos; y los forzaban a pagar a punta de caucho (por lo menos un kilo semanal pedían para pagar las deudas).
Pero los Huitoto, los ´manes´ a quienes Cepeda no comprende, también se han visto en medio de un fuego cruzado. En los años 30, resistieron la crudeza del conflicto entre Colombia y Perú. Principalmente vivieron una nueva-era-de-asentamientos. Pero esta vez no se trataba de colonias españolas sino de bases militares, nuevos centros urbanos o la temida penal Araracuara.
Con la llegada de los grupos alzados en armas a la zona y la ausencia del Estado, los indígenas han tenido que ver cómo “los blancos” menosprecian sus creencias y sacan provecho de la hoja de coca para financiar objetivos criminales mediante el narcotráfico.
Asimismo actúa el programa ´La Voz Kids´. Estereotipa a las comunidades indígenas para lucrarse con el rating. Por eso Fanny Lu, dijo a dos compañeros de estudio que necesitaban de un bastón “para poder sentirse que mandan”. Porque eso es lo que gusta. Eso es lo que vende. Caracol Televisión no dijo palabra alguna sobre las condiciones actuales de la etnia Uitoto. Tampoco se les escuchó hablar sobre lo que representa un bastón de mando para los miembros de la Guardia Indígena, que han sabido defenderse de la violencia militar, paramilitar y guerrillera que los acecha día a día.
¡Qué bueno sería ver a los jurados mambeando, inhalando tabaco o mascando coca para obtener la iluminación que buscaron durante todo el programa! ¡Muy bueno sería verlos explicando que no comprendían el Witoto porque éste deriva en distintos dialectos (Búe, Mika, Nipode y Noferuene)! ¡Más bueno sería verlos haciendo un homenaje a la danza ceremonial de la serpiente, con bastones y sonajeros, y no adaptando canciones como I´m yours de Jason Mraz!