Desde el sábado los veraneantes de Anapoima supieron que el Presidente había llegado a la región. El sobrevuelo del helicóptero oficial, así como la presencia de la guardia presidencial en su casa recién remodelada, que originalmente perteneció al empresario cafetero Gustavo Gaviria, delataron su presencia. La nueva casa del Presidente, vecina de la finca paterna, está situada junto a la hacienda tradicional La Chica de propiedad de la familia del exalcalde de Bogotá Julio César Sánchez, desde donde se inició la estrategia de valorización de Anapoima hace cuarenta años cuando trajo a la región a influyentes familias de la elite bogotana como Alfonso López, los Santos y Umaña de Brigard. Santos también tenía previsto asistir a la reunión familiar de celebración de los sesenta años de su primo Rafael, también en Anapoima. Sin embargo, los planes de descanso del fin de semana se vieron entorpecidos por la noticia de que el general Álzate había caído en manos de las Farc, hecho del que el país se enteró por un trino del expresidente Uribe, al que Santos respondió una hora después, cuestionando la imprudencia del General por haber incumplido con el protocolo de seguridad militar. El trino presidencial alborotó los ánimos de la cúpula militar al punto de forzar el regreso del Presidente a Bogotá, quien llegó directamente al Ministerio de Defensa. A las once de la noche anunció, rodeado por los generales y el Ministro de Defensa, la suspensión de los diálogos en La Habana.
