El hermano mayor del presidente, Enrique, quien fue radical de izquierda en su juventud y luego de centro izquierda, con posiciones muy distintas a las de su hermano Juan Manuel, aceptó por solicitud del Presidente, ayudar a echar a andar las negociaciones con las Farc. Era una persona clave porque le daba confianza a ambas partes y la guerrilla le tiene un especial respeto. Este arranque inicial decidió contarlo en su libro: Así comenzó todo, que empieza a circular en librerías. Sin embargo, una vez instaladas las mesas de diálogo en Oslo y luego en La Habana, Enrique Santos desapareció de escena. Al principio le enviaba comentarios por correo electrónico al Presidente pero finalmente terminó por hacerse a un lado. La relación entre los hermanos volvió a ser la de toda la vida, afectuosa pero distante. Escribir el libro fue una iniciativa suya como periodista y no se la consultó a nadie.
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