Cuando sonó el último acorde del pito del arbitro bajo el sol inclemente de este corregimiento de Puerto Colombia en Atlántico, los 12 jugadores de la selección Colombia que observaban desde la banca del estadio de Salgar saltaron como resortes al campo de juego para abrazar a sus compañeros en medio de lágrimas y cánticos que invadieron con ellos el gramado.
Se celebraba lo que para un grupo de personas bien especiales era una proeza, lograr un cupo a un mundial de fútbol de su especialidad en un país impensable, Turquía. Hace seis años estos deportistas empezaron a integrar lo que luego sería la selección Colombia de fútbol para amputados, una rama de ese deporte que cada día logra más seguidores en el mundo. Fue hace casi un lustro cuando SuperGIROS, una empresa de servicios postales con amplia población de personas en situación de discapacidad, apoyó a dos sus colaboradores que hablaron por primera vez de este deporte en Colombia.
Candelario Donado, un joven del Atlántico miembro de la empresa fue incorporando lentamente a compañeros de trabajos y a amigos a los que convocaba al final de cada tarde de miércoles a la cancha El Recreo de Barranquilla. Lo que empezó como un acto recreativo terminó convirtiéndose en un poderoso equipo que vinculó a Antonio Ibáñez un entrenador especializado en este deporte y al preparador físico Sergio Mendoza.
Los arqueros están en manos de un exjugador del Cúcuta Deportivo, Alfonso Visbal, que vio truncada su carrera cuando un cáncer en un brazo le hizo un gol y lo envío, después de la amputación a ser el titular de este septeto que podría ser campeón del mundo en su segmento en octubre próximo.
Elsa Noguera, una mujer con una sensibilidad y una discapacidad como ellos se interesó en el equipo y acompañó su crecimiento. La Gobernadora del Atlántico hizo suyo el tema, lo amadrinó y los convirtió en selección Colombia.
Llegar a este sudamericano los fogueó por primera vez y los puso de tu a tu con potencias en esta modalidad como Brasil y Argentina, lugares donde el fútbol es religión. El tema es de tal importancia en esos países que la selección brasileña tiene el patrocinio de Neymar y los argentinos pertenecen al circuito oficial del fútbol de ese país.
El triunfo de los colombianos tiene una especial relevancia para estos deportistas que con el fútbol han logrado sanar no solo la herida que dejó la amputación sino que inyecta autoestima en ellos que se crecen en una cancha y dejan hasta el último aliento. Así lo hicieron en esta eliminatoria donde lograron uno de los cuatro cupos continentales que pone al país en primera línea de este deporte, Muchos al verlos jugar dicen que estos futbolistas hacen sin una pierna lo que no logran otros a los que les sobra fama y gloria.