La palabra tolerar proviene del latín tolerare (soportar, aguantar). Tolerare viene de tollere (levantar). Tollere viene de la misma raíz indoeuropea (*tel- = levantar), que dio Atlas.
En estos días, escuchamos por algunos medios de comunicación alusiones a unos jóvenes que entraron en la catedral primada de Bogotá (alias SIMONA y otros) , sus voces a clara luz pretendían impartir un mensaje.
(No lo lograste). Tu voz se perdía, tu mensaje no llegó.
¿Qué pretendías decir?
Simona y jóvenes, la sociedad quiere escuchar lo que tienen que decir, su voz es importante y su mensaje merece ser escuchado.
Dicho esto, el espacio que han escogido para trasmitir su mensaje es inadecuado, su mensaje no llega, porque la imposición que uds hacen en el uso de sus derechos sobre los derechos de los demás, causa resistencia y aleja la sociedad pacífica que puede escucharlos.
Jóvenes, protesten, griten, bailen, canten, expresen la efervescencia de los albores de su edad, es deber de nosotros los que ya superamos ese peldaño, permitir estas actividades y mostrarles que existen los lugares y los tiempos adecuados para causar un mejor impacto de su mensaje.
Sin imponer sus derechos, a los derechos de los demás.
Su voz en espacios inadecuados aleja un sector de la población cansado del uso de la violencia, cansado que por la fuerza lo hagan escuchar.
Pero por supuesto que prefiero un joven que usa su voz como arma y NO un joven que usa un arma como su voz.
Pretenden con su voz cambiar el mundo, pero con su imposición envían el mensaje equivocado, y la sociedad pierde la tolerancia a su presencia.
No es tarde.
Todavía existe un sector de la población colombiana que no está polarizada, todavía vemos colores diferentes al blanco y negro.
Un extremo aduce que el disfraz, en su cara esconde a Tisífone, en el sexto círculo de dante, para castigar a los que no piensan como usted.
Otro extremo aduce que el disfraz, en su cara esconde a una heroína mitológica que ha robado el fuego del olimpo y como Prometeo lo va entregar a la humanidad.
Ni más, Ni menos, que unos jóvenes que deben encontrar un espacio adecuado para decir lo que piensan y debemos como sociedad otorgarles ese espacio, si aquellos en los que el blanco tiñe su cabello, no ofrecemos un camino amigo, los impulsamos directamente a las manos de los violentos.
¿Qué preferimos como sociedad?
¿Un joven que use su voz como arma… o un joven que use un arma como su voz?