Los debates sobre la evaluación nos deben evocar que es un proceso en el tiempo o a través del tiempo, en tanto proviene de la acción subyacente del verbo evaluar, muy distante de si los instrumentos de evaluación conducen o no, a evaluaciones sumativas, acumulativas al final del proceso o formativas; esa no es la discusión.
Evaluar como verbo para el psicólogo educativo Benjamín Bloom (psicologiaymente.com, 2022) es una categoría que se ubica en el segundo gradiente, después de analizar, en la dimensión de las operaciones mentales de orden superior después de recordar, entender y aplicar; escenario de las operaciones mentales de orden inferior.
La memoria es factor decisivo en el proceso neuronal para grabar, recordar y, es a partir de esta correlación sináptica, que se da la condición necesaria para entender las situaciones fácticas en la vivencia humana, comprender el conocimiento que ya posee el individuo en temas universales y globales, mediante la elaboración de significados que se relacionan entre sí.
El acto en el tiempo de recordar y entender les ha permitido a diferentes seres vivos escalar en el gradiente cognitivo hasta el peldaño de aplicar mediante acciones procedimentales los saberes ancestrales como es el caso de la especie humana.
El recordar exige del sujeto habilidades mentales de orden inferior que le permitan en su proceso relacional consigo mismo, con los demás en sus entornos laborales, sociales y con la Pachamama, determinado por el uso de la palabra, el poder describir, marcar, destacar, conectar, listar y memorizar sus prácticas, experiencias y cosmogonía básica, lo anterior de acuerdo con la tabla periódica de actividades cognitivas (sic) digitales según la taxonomía de Bloom (webdelmaestrocmf, 2022).
Continuando con la tabla periódica de elementos cognitivos, la apropiación de habilidades para resumir, comentar, registrar, explicar, predecir, comparar, demostrar, identificar, parafrasear y perfilar permite al sujeto entender su praxis social como miembro pleno de subjetividades en pro de desmitificar verdades históricas, pero, aún se encuentra en el dominio de las operaciones mentales de orden inferior, solo que en un gradiente más arriba.
El umbral de las operaciones mentales enfrenta al sujeto cognoscente a crear mapas mentales, planear, evaluar, inspeccionar, deducir, categorizar, informar y deconstruir conceptos que le permitan llegar al primer gradiente de las operaciones mentales de orden superior como son las habilidades y destrezas para analizar hasta las grietas del tiempo.
La evaluación, es a posteriori del gradiente analizar, y reta al individuo a tomar conciencia y ser consciente para argumentar, criticar, convencer, moderar, validar, recomendar, reflexionar, graduar, aplicar escalas y hacer hipótesis; este último peldaño en la tabla periódica cognitiva como preámbulo en la pedagogía para colaborar, diseñar, inventar, producir y publicar.
El recorrido anterior permite ubicar en la línea sinuosa e incierta del tiempo la evaluación a todo nivel, para iniciar, en la carrera hacia la casa de Nariño para el periodo 2022 a 2026, se cuenta con un portafolio de candidatos que cubren la sociogenesis e idiosincrasia de una República Bananera, en el sentido más literal del término acuñado en el cuento “El Almirante” escrito por William Sydney Porter, publicado en 1904 (etimologia.com, 2022).
Los candidatos abarcan el espectro de la denominada polarización política desde representantes de la extrema derecha ideológica y promercado, hasta la extrema izquierda cooptada por la civilidad electoral y, la casta intelectual brahmánica y demás representantes de las elites empresariales, que fungen en el progresismo ideológico, para captar votos que garanticen la sempiterna posición dominante en un país carente de educación, salud y oportunidades para potenciar el desarrollo humano y social.
La evaluación de las propuestas de unos y otros se deben matizar en el ciclo no lineal si no en la espiral de recordar, quiénes son los candidatos en su dominios espirituales, intelectuales, académicos y en su estado fisicoemocional;
Entender la metacognición de sus discursos; aplicar test de ética y moralidad tanto a sus trayectorias privadas como públicas; analizar sus programas de gobierno, si los tienen, mediante la separación de los aspectos macro y micro en la taxonomía del ciudadano de a pie, la sociedad, el gobierno a emprender y al Estado en sus dimensión local, internacional y global.
La espiral analítica desde el recordar, entender, aplicar y analizar a los candidatos, habilita y demanda del sujeto, objeto del mercadeo electoral, para ser crítico, libre pensador, y tomar la decisión autónoma distante de todo “TLC” (tamales, ladrillos y cemento mecanismo de compra de votos) pero, en contexto, al evaluar la integralidad tanto del animal político como su cosmogonía para estar al frente de los destinos de la empresa mayor de “todos los colombianos” y ser su representante legal en las diferentes esferas en una economía abierta y cada vez en manos de la plutocracia, enquistada en la tecnología de punta del siglo XXI, la inteligencia artificial y el bigdata.
El recorrido lógico analítico racional de la tabla periódica cognitiva dota al ciudadano del común del arma más poderosa y con más brillantez como son las ideas, la sofisticación de los argumentos hasta la belleza del lenguaje y el dominio de la gramática para reflexionar, discernir y crear condiciones desde sus territorios para proponer soluciones a sus problemáticas y potenciar el desarrollo humano y social carente de objetividad, concreción y trazabilidad en las campañas publicitarias que por estos días vuelven prisionero visual y auditivo al ciudadano desde la producción en los medios de desinformación al servicio del capital internacional como en las redes sociales manipuladas por el ejército de cuentas anónimas dedicadas a difamación con expresiones en la escala infra de las operaciones mentales de orden inferior.
Las narrativas del presente sobre las conquistas de la Constitución del 91 nos llevan a evaluar que dado el concurso de las fuerzas sociales del aquel pretérito presente, se lograron conquistas trascendentales como la acción de tutela, la libertad de culto, la Fiscalía General, la Defensoría del Pueblo, la Corte Constitucional y la Procuraduría General, todos esos organismos e instancias fueron creados durante las negociaciones, entre otros, con el movimiento 19 de abril M-19 (indepaz.org.co, 1991).
Si continuamos con las narrativas del presente para atrapar el pasado más remoto, la memoria nos ubica en las elecciones presidenciales del 27 de mayo del año 1970 (Acuña Rodríguez, 2014), donde la oligarquía colombiana al mando de Carlos Lleras Restrepo presidente en ejercicio de aquel entonces y abuelo del “dueño” de “cambio radical” más el abuelo de Pastrana, ordenó suspender la transmisión radial, mediante un corte de energía (sic) cuando estaba a punto de finalizar el conteo en las urnas y, el candidato de la Alianza Nacional Popular Gustavo Rojas Pinilla, festejaba el triunfo electoral sobre el candidato conservador Misael Pastrana Borrero a quien aventajaba por más de 90 mil votos, pero, al día siguiente el pueblo colombiano se levantó con la derrota del general Pinilla y el trofeo para el representante de turno de la derecha sempiterna y guardián de las desigualdades en Colombia, Misael Pastrana Borrero, padre del también presidente Andrés Pastrana Arango.
Ante el temor y la publicidad de ayer, hoy y quien sabe hasta cuándo de la política del miedo ante el cambio reclamado por la gente de a pie cuando surgen movimientos populares que abanderan las exigencia de un pueblo excluido de todas las oportunidades que se contemplan en un Estado social de derecho, para la muestra un botón, se necesitaron más de 63 muertos y 1.443 actos de violencia policial en el estallido de abril del año 21 (washingtonpost.com, 2021) para que el gobierno de turno se apropie e inunde los espacios publicitarios anunciando educación gratuita universitaria, cuando en realidad fue una conquista de la primera línea encarnada por la juventud colombiana, que es el presente y no el futuro, para los políticos promercado y de la extrema derecha, en representación del uno por ciento de la población que posee el setenta por ciento de la riqueza de la nación.
El aprendizaje hacia la cocreación de país, emplaza a todas las fuerzas democráticas, con énfasis en estudiantes, profesores, intelectuales, trabajadores, campesinos, amas de casas, líderes sociales y populares a lo largo y ancho de los territorios, para que después de los resultados y contra resultados del trece de marzo de 2022, se enciendan las alarmas de la pedagogía de la razón, la dialógica y la transparencia de los comicios del 29 de mayo de 2022 para así alejar el fantasma del fraude versión 5.0 de lo ocurrido en mayo del 70, en especial cuando uno de los candidatos plantea reformas estructurales, al interior de la constitución y la ley, en pro de mayor equidad y justicia social, por citar una de ellas, la reforma pensional; mientras el otro representa al gobierno de turno y el continuismo de las elites, que a lo largo de la historia han expropiado la riqueza de todo un país y dedicado a las bravuconadas versión 5.0 de la seguridad democrática de su progenitor político e instaurar en el imaginario colectivo la política, eterna de la burguesía, del miedo ante las propuestas progresistas del cambio de modelo económico que deje de acumular las riqueza y oportunidades en unos cuántos y por fin, se logre, entre otras, la tan anhelada y siempre engaveta reforma agraria que distribuya tierras al campesinado colombiano.
@apostolfin