¿Por qué el Centro Democrático no le dio el aval?
Queda claro que muchos aspirantes al Congreso, Cámara y demás cargos de elección popular llegan a estas curules con una pírrica votación a la que llaman a grandes voces: “arrasador triunfo”.
¿A representar a quiénes? ¿O más bien a quién?
Gentilmente diríamos, representarse a sí mismos, pues, la política en Colombia se hace de manera turbia para quienes negocian votos que no es ningún secreto.
También para quienes presentan credenciales falsas en los ya publicitados casos no solo recientes sino de vieja data. Y para personajes insulsos que solo aspiran al “sueldazo” que recogerán, a montarse en un tren de vida suntuoso, para a representarse a sí mismos.
El caso de Polo Polo no es más estruendoso que el del embolador concejal Lucho, Manguito o el bachiller Macías, para citar solo tres de esta línea de personalidades.
Lo cierto es que Polo Polo reúne en sí mismo toda una controvertida aspiración, ya que al parecer cambia de piel indígena a afro. Aquí ya hay una irregularidad en tanto al compromiso representativo con las comunidades, pero sobre todo de honorabilidad, pues si se declara indígena con un fin particular determinado, y ahora afro con otro fin particular, este personaje no representa otra cosa que la ambición del sueldazo.
Ahora bien, si es tan amado por el Centro Democrático, la pregunta que nos deberíamos formular es: ¿Por qué Mafe no le palanqueó el aval de su colectividad? Es decir, ¿a quien va a reclamar este pintoresco personaje? Inicie por aquí, y no habría necesitado una falsa representatividad en un colectivo que no lo acepta como tal.
La avalancha de burlas en las redes sociales, exige también una reflexión de parte de los colombianos, Polo Polo con su personalidad recalcitrante no se ha ganado mayores afectos. También debe reflexionar.
Es urgente una reforma política que exija cambios sustanciales a quienes aspiran a las dos cámaras como representantes de sus regiones, para acabar con la feria de las curules y el engaño al pueblo.
En otras palabras: Competencia, transparencia y honorabilidad, de forma que haya impedimento para lanzarse, incluso recibir un aval, si cualquiera de estas tres condiciones son dudosas hasta tanto no haya claridad.