El consumo de vino en Colombia creció un 78% en los últimos tres años, este incremento se debe a las nuevas conductas: el vino dejó de ser una bebida para amenizar las reuniones sociales y pasó a ser un acompañante indispensable en las comidas para muchos colombianos.
En el mundo hay más de 100 variedades de uvas, de las cuales se producen más de 600 vinos al día, consolidándose como una de las bebidas de mayor preferencia en la población.
“Cada día la cultura del vino está creciendo más; el vino cada vez se vuelve esa bebida social más común para un almuerzo, una comida, una reunión de negocios, un viaje o un regalo”, dice Liliana Riveros.
Por eso, no hay que volverse loco para encontrar un buen vino, así lo explica la experta en esta bebida Liliana Riveros, que cuenta en su libro El placer del vino y los espirituosos cómo encontrar el vino perfecto sin ser un experto catador.
“Está en un lenguaje sencillo en el que todos lo pueden entender, tanto el conocedor que quiere reforzar este conocimiento y compartir esta pasión como la persona que tiene la curiosidad de saber de qué se trata”, cuenta.
Según datos de Nielsen, compañía global que se encarga de medir lo que los consumidores ven y compran, el consumo de vino alcanzó para los meses de confinamiento un 20,3 % en el mercado general, situación que no solo sucedió en Colombia.
“Colombia es uno de los países que más exige para todo, y uno de esos es el vino”, explica esta cartagenera que resalta en su libro por qué el vino es considerado la joya del mundo.
En este libro, Riveros asegura que enseñará a sus lectores a percibir las sensaciones que encierra una buena copa de vino sin importar su costo, porque como dijo alguna vez el director de cine italiano Federico Fellini; “Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador”.