Nacional cambió su estrategia luego del fracaso que tuvo con Juan Carlos Osorio en su segundo ciclo al frente del equipo verdolaga. Luego de gastar un dineral en él así como también lo hicieron con Alexandre Guimaraes, Paulo Autuori, Almirón y Lillo, decidieron ahorrar más dinero y apostarle a un técnico de la casa como Alejandro Restrepo.
Con Restrepo las cosas han ido bien, pero Nacional es un equipo que aspira a lo más grande y necesita títulos importantes que Restrepo no ha conseguido. Lideró todo el semestre pasado la primera fase para quedar eliminado en cuadrangulares y empezó con el píe izquierdo la Copa Libertadores. Esas son cosas que los hinchas no le perdonan.
Nacional se enfrentaba Olimpia por primera vez desde aquella final de Copa Libertadores de 1989, y el equipo de Restrepo jugó un gran partido. Tuvo muchas oportunidades para anotar gracias a Dorlan Pabón y Daniel Mantilla, pero cuando iban empatados 1-1 Olimpia hizo dos goles de otro partido en los 10 minutos finales.
3-1 casi lapidario y a Medellín, los hinchas quedaron con rabia contra el equipo por desperdiciar oportunidades y llevarse un resultado tan malo pese a haber jugado bien. Para muchos hinchas, la situación es insostenible y culpan a Restrepo por los resultados. También critican a la directiva de Nacional, la familia Ardila Lülle, por haberle entregado a Restrepo una responsabilidad tan grande cuando apenas son sus primeros años dirigiendo como profesional. No se pueden tener ambiciones tan grandes de título y decidir dejar como técnico al hombre que escogieron como interino cada vez que se quedaban sin técnico. A la espera de lo que pase en Medellín, de ese partido y del rendimiento en este semestre depende el futuro de Restrepo a la cabeza de Nacional.