En los ochenta crecimos viendo películas como Rocky IV. Stallone protegía las libertades de occidente agarrándose a trompadas en un ring contra la máquina soviética Iván Drago. En cada serial, en cada programa se planteaba la dicotomía Capitalismo-Comunismo, Libertad y Dictadura y, entonces, el miedo a los hongos nucleares elevándose al cielo minaban nuestras pesadillas.
Entonces Gorbachov, en un error de cálculo, promulgó la Perestroika, una serie de medidas que le permitirían a la Unión Soviética abrirse gradualmente al mundo y provocó el colapso del Bloque Comunista. Treinta años después Rusia tiene un nuevo Zar y actúa como tal. Hay un viejo principio en occidente para la convivencia, Rusia no se mete con Europa, Europa no se mete con Rusia. Pero el coqueteo de la OTAN para que Ucrania sea parte del tratado, fue tomado como una provocación en el Kremlin y en la madrugada del jueves 24 de febrero Putin movilizó las tropas a Ucrania y las bombas se escuchan en Kiev.
Putin entonces movilizó las tropas a Ucrania. Si hay algo en que los rusos se concentran es en ser reconocidos como un pueblo fuerte. Putin, quien lleva décadas en el poder, ha prestado especial atención al desarrollo tecnológico del ejercito ruso y lo ha llevado a ser reconocido internacionalmente como "el rey de los tanques" pues es el que más tanques de guerra tiene en comparación a cualquier otro país del mundo: con 12.950, duplica a los que posee Estados Unidos. Además, Rusia cuenta con un ejército compuesto por 1.013.628 personas en actividad, 27.038 vehículos blindados, 6.083 unidades de artillería y 3.860 lanzadores de cohetes. Además, su fuerza aérea posee 873 aviones de combate y 531 helicópteros de ataque; mientras que su fuerza naval tiene, entre otro arsenal, al menos 62 submarinos y 48 barcos de guerra. El presupuesto estimado para el 2020, de acuerdo con Global Firepower, es de USD 48.000.000.000