Estábamos en Andes, en el suroeste antioqueño, la región donde creció el ex Presidente Álvaro Uribe, en uno de los talleres democráticos. Después de la reunión Uribe dio un espacio para responder preguntas. Esta entrevista surgió entonces allí. Se explayó como sabe hacerlo para hablar de sus diferencias irreconciliables con el Presidente Santos y su gobierno que ha traicionado los compromisos con los cuales resultó elegido.
Pero definitivamente se salió, como dicen en Antioquia, de la ropa cuando le pregunté por la promesa incumplida de presentar su declaración de renta y la de sus hijos. El Presidente no pudo esconder su cólera: “No le acepto a usted que vengan a tratarme como un delincuente”. Se trató sin duda, de una entrevista que incomodó a Uribe.