La Selección Colombia está en estos momentos fuera de Catar 2022 y solo un milagro la pondría en puesto de repechaje o incluso clasificación directa. Hay que ganarle a Bolivia y Venezuela (cosa que luce difícil por la falta de gol) y esperar que los resultados de Perú, Uruguay y Chile sean favorables, pero las opciones todavía son reales. Sin embargo, gran parte del error de Rueda para muchos de los hinchas ha sido la conformación del equipo y, peor aún, los cambios que hace que no mejoran sino empeoran al colectivo.
Sacar a James antes de los 60 minutos fue la tapa final del pésimo trabajo del técnico en dirección de campo. Argentina sometió a una Colombia que nunca pudo circular bien el balón, y la salida del 10 perjudicó más eso porque sin él no hay nadie más con esa capacidad creativa. Quintero estaba lesionado y Yaser Asprilla se quedó en la banca.
Rueda es responsable de que la selección no engrane en el estilo de juego debido a sus preferencias futbolísticas. El técnico vallecaucano siempre ha preferido a lo lo largo de su carrera tener jugadores de banda en lugar de creativos y esto se evidenció, una vez más en esta doble fecha. ¿Quién esperaba Rueda que pusiera a mover al equipo en la frontal del área? ¿Luis Suárez?
Los distintos en las listas de Reinaldo se cuentan con una sola mano. Si no está Quintero es James, pero los dos juntos no. Cardona ni es tenido en cuenta, Asprilla es muy joven y aunque podría ser una alternativa, Rueda ni lo volteó a mirar. ¿Cuál es su gran solución? Llenar el área de delanteros y poner extremos para rezar por un milagro, poner a Chará por el medio como el amistoso contra Honduras o hacer que Luis Suárez, un delantero, se encargara de las jugadas de creación.
Lo de Cuadrado es tema aparte. Imprescindible para el técnico en absolutamente todos los partidos al punto de ponerlo como lateral, donde se desnudan todas sus falencias defensivas y no hay nadie que cubra lo que hace adelante. Lo peor de todo es que, aún y con esta debacle, todavía se puede ir al mundial hasta de forma directa y eso mantiene todavía las ilusiones de muchos, que alargarán este suplicio hasta finales de marzo donde se sabrá definitivamente si hay o no viaje a Catar. Reinaldo juega con los sueños de todos los que saben que se está jugando horrible, pero que esa mediocridad aún alcanza para llegar a Catar.
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