Votaré por Gustavo Petro, en razón de lo siguiente: en su labor parlamentaria libró una feroz batalla, con riesgo de su vida y la de sus familiares, algunos de ellos aún en el exilio, contra personas dedicadas a causar daño a la sociedad, narcotraficantes y paramilitares, muchos de los cuales hoy en prisión con ganas de revancha.
En su rol de candidato a la presidencia, plantea varios proyectos a realizar en su gobierno, tales como subir los aranceles a ciertos productos extranjeros, posibles de producirse en nuestro territorio, llevando bienestar al campesinado, aumentando el empleo y la riqueza en general, hacer una reforma agraria, tal como lo desearon expresidentes liberales, henchidos de solidaridad y justicia, esta reforma es ya una obligación del gobierno, porque así fue señalado en un acápite de la Reforma Rural Integral, del Acuerdo de Paz.
También implantar una educación gratuita y de calidad, haciendo pagar impuestos a los evasores, con cuyo recaudo ella se sufraga, darles protagonismo a indios, afrocolombianos, campesinos, en el marco estricto de la democracia, con una visión económica puesta en los países capitalistas de Finlandia, Noruega, Dinamarca, planes imposibles de controvertir, y por mi parte le creo, al no ver mayor seguridad en las palabras de los demás candidatos.
En cuanto al expediente de estar asociado con el castrochavismo y el comunismo, son solo patrañas propias de sus enemigos políticos, o bien asociaciones automáticas sin ningún sustento real, porque la verdad monda y lironda es que el candidato Petro analiza las diferentes causas de los problemas del país, presentando solución a cada uno de ellos de forma razonable y lógica, como ningún otro.