Eramos felices y no lo sabiamos. En los seis años que Jose Nestor Pekerman fue técnico de Colombia la seleccion pasó de ser un equipo del monton, que duró 12 años sin ir a un mundial, a uno de los mejores del mundo. Dos clasificaciones a mundiales, quinto lugar en Brasil 2014, con goleador de mundial abordo, clasificación a octavos en el 2018. Una locura. Sin embargo habia alguien que queria sabotear el trabajo del argentino.
Desde su llegada en el 2012, de la mano de Luis Bedoya, Vélez intentó sacar a Pekerman. Le molestaba su independencia, que no lo dejara entrar a los camerinos y que no le diera exclusivas como lo hacía su amigo Bolillo Gomez.
Por eso movió sus influencias en la Federación para sacar a Pekerman en el 2018. Nos hizo creer que este equipo pauperrimo tenía que arrollar a una potencia como Inglaterra, con quien empatamos 1-1 y perdimos la posibilidad de ir a cuartos por penales. El reemplazo de Pekerman primero fue Queiroz, con quien perdimos 6-1 en Quito y ahora el nefasto Rueda con quien perdimos contra Peru en Barranquilla.
Vélez debe estar feliz, tiene técnico nacional que le deja entrar a sus periodistas al camerino, pero nosotros nos quedamos sin mundial. Sin Pekerman somos tan mediocres como un equipo del Bolillo.