En el Partido Liberal todos saben que el expresidente César Gaviria es quien tiene la última palabra. Ni las críticas ni los principios liberales parecen pesar tanto como el cálculo político y electoral. Sin embargo, hay una persona junto al expresidente que también tiene las riendas de la colectividad: Miguel Ángel Sánchez, el secretario general.
Sánchez, abogado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, sigue las órdenes de Gaviria y las cumple al pie de la letra, pero como secretario además guarda información privilegiada y tiene control casi absoluto del partido. Son varios los congresistas liberales que han tenido fuertes roces con Sánchez, quien maneja el presupuesto —integrado también por recursos públicos— a su antojo. Por ejemplo, en las elecciones de 2019, Sánchez habría tenido un encontronazo con el senador Andrés Cristo, que le pidió dinero para pagar la sede del partido en Norte de Santander, pero no recibió un solo peso.
Sánchez, de toda la confianza de Gaviria, también fue quien direccionó los recursos necesarios el año pasado para apoyar, por debajo de cuerda, a Alejandro Gaviria cuando el exrector de los Andes no había anunciado oficialmente su candidatura. Gaviria partió cobijas con el expresidente y jefe del partido para ir a la Coalición Centro Esperanza, pero parece que la relación se ha ido recomponiendo y César Gaviria no pierde la esperanza de que el exrector y exministro de Salud sea el candidato del partido.
Los avales son entregados por César Gaviria, pero el secretario Sánchez ejerce una fuerte influencia sobre el jefe del partido para las decisiones finales. Así sucedió en Nariño, donde Sánchez fue quien entregó los avales en 2019 sin escuchar a senadores como el nariñense Guillermo García Realpe, quien vio cómo Sánchez avaló en todos los municipios del departamento a candidatos afines a Eduardo Enriquez Maya —del Partido Conservador— y no a los que García les sugirió.
Desde 2017 Miguel Ángel Sánchez, de origen santandereano, es el secretario del Partido Liberal, en el que lleva militando desde muy joven, estando incluso en la Asamblea de Jóvenes de Santander. Su asenso en el partido y poder es evidente, siempre bajo el ala de César Gaviria.
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