Argentina, país que fue conocido como el granero del mundo a principios del siglo XX debido a la fertilidad de su pampa, y que durante el Gobierno de Juan Domingo Perón (1946-1954) salvó de hambruna a muchos españoles con el envío de trigo durante la posguerra, ha cerrado sus exportaciones de trigo. El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ha aplicado la ley de abastecimiento, que obliga a agricultores y operadoras de exportación a vender en el mercado interno el trigo que tengan almacenado. En la misma línea, la semana pasada la Presidenta recomendó a los argentinos que dejasen de comer tomate por dos meses porque también escasea y su precio se dispara. Y de ser uno de los mayores abastecedores de carne del mundo, el año pasado cayó al puesto número 11, por detrás de Paraguay.
