Transcribo en primer término el resumen del informe de la Misión de Empleo:
...el funcionamiento del mercado laboral en Colombia obstaculiza el camino hacia una sociedad más prospera e incluyente. Su mal funcionamiento se refleja en dos dimensiones: en la de bienestar social, ya que la mayoría de los trabajadores tienen condiciones laborales precarias, con pocas oportunidades de mejora, con ingresos bajos e inestables, con cobertura errática e incompleta contra riegos, y con acceso limitado a la justicia laboral. Y en la de crecimiento económico, ya que el desempleo es persistentemente alto, la mayoría de los ocupados laboran por cuenta propia o en empresas muy pequeñas de baja productividad, y los programas de capacitación tienen poca eficacia; situación que a su vez explica en parte por qué el crecimiento del país es inferior a su potencial. El reporte señala que la compleja problemática del mercado laboral tiene múltiples raíces, y que a situación actual no es producto de ninguna política individual sino el resultado acumulado de reformas aisladas a diversas regulaciones, que no han reconocido las especificidades del mercado laboral colombiano, y han carecido de la coherencia necesaria para ser exitosas. Mirando hacia adelante, el reporte apunta a la necesidad de reformas profundas a dichas regulaciones, construidas alrededor de una visión objetivo del mercado laboral que compatibilice los objetivos sociales y económicos.
De este resumen del informe de la Misión de Empleo se puede compartir absolutamente todo su diagnóstico y que hacia adelante se requieren profundas reformas.
Sobre la situación social y económica, los críticos de los gobiernos neoliberales asentados ya por más de 30 años, hemos constatado esa situación. Allí no hay nada nuevo distinto a que en esta oportunidad reconocen la tremenda y desastrosa realidad.
El problema grave de la Misión de Empleo es no responsabilizar a ésta política neoliberal del libre comercio, como la causante del deterioro económico y social que vive el país y en particular del mercado laboral. Y podríamos decir que en los hechos es una crítica demoledora a todos los gobiernos de las últimas tres décadas. ¿Qué gobierno puede defender que por sus decisiones políticas en materia laboral, hallamos llegado ante semejante panorama descrito por ésta Misión de Empleo?
Sobre estas responsabilidades el informe guarda sospechoso y cómplice silencio, y se reduce a señalar que no ha habido medidas coherentes para resolver las deficiencias mostradas. Una buena forma de evitar señalar responsables.
Pero el tema más delicado son las propuestas que hacen, que según la Misión de Empleo deben ser profundas reformas a las regulaciones laborales.
Pero antes de señalar esas profundas reformas, señalemos que el informe destaca que se registran 93 actos jurídicos sustantivos después de la constitución política de 1991. Es decir, una cada 4 meses. Allí están la ley 100 de 1993, la 789 de 2202, la 793 de 2003, el acto legislativo 01 de 2005, ley 1607 de 2013, decreto 1174 de 2020, etcétera.
Según el informe, mirando hacia adelante "se requiere un cambio profundo ( reduciendo los obstáculos) en materia de protección social y regulación laboral".
Esas medidas son:
1- Establecer un sistema de protección social universal. Ya no se habla entonces del derecho fundamental a la seguridad social establecido en la constitución, sino de protección social universal. Con ello nos están vendiendo y justificando los pisos de protección social, que ya establecieron en el decreto 1174 de 2020, que tiene 2 fallos contradictorios de la corte constitucional. Asi, habrían unos trabajadores formales y otros informales que nos les reconocen las incapacidades y la maternidad, todos ellos con un solo régimen pero con condiciones diferentes con cargo al fisco nacional. Los empresarios ya no cotizarían por sus trabajadores con salario integral y se eliminaría la seguridad social como un derecho.
2- En materia pensional se aplicaría un régimen general de pensión ciudadana universal por debajo del salario mínimo para todos los trabajadores independientemente de su relación contractual, formal e informal, y para quienes contribuyan para el posterior retiro laboral, un factor complementario por las cotizaciones que haga el trabajador de acuerdo a sus ingresos, excluyendo de toda responsabilidad al empresario de concurrir en esa cotización. La pensión ciudadana que es por debajo del mínimo, acabando así con la pensión de salario mínimo, estaría a cargo de los ingresos fiscales del estado. Esto representaría en los trabajos formales de hoy, un ahorro a los patronos de por lo menos $10 billones anuales.
3- Creación de un seguro al desempleo que sea de mayor cobertura, que pague los seguros se invalidez, muerte y cuotas para la pensión complementaria de retiro. Los recurso para este seguro provendrán de los que actualmente reciben la cajas de compensación familiar. Hablan de que en comparación con otros países podrían destinar 3 de los 4 puntos asignados como parafiscales para las cajas. Con ello se castiga el subsidio familiar y los demás servicios que hoy prestan las cajas.
Adicional mente se propone que las cesantías deben ser solo para cuándo quedan cesantes, abandonando la obligación para vivienda y educación. Y se establecería una compensación económica por 2 meses por despido por justa causa, a las cuales se les agregaría como justas causas los despidos por shocks de demanda o cambios tecnológicos, cuando las empresas quiebran o simulan quiebras( sic). Con eso prácticamente se acabarían las indemnizaciones sin justa causa en los despidos.
4- En materia de salario mínimo se propone eliminar un umbral, dado que ya no se requiere un valor mínimo para cotizar puesto que habría protección social universal y pensión ciudadana universal con cargo a los ingresos fiscales del estado. Y mientras exista un salario mínimo, sus incrementos deben ser con el IPC.
5- Proponen que los temas de la participación laboral femenina y su discriminación y desigualdades se resuelven con la protección social universal. Es decir, hombres y mujeres, todos igual de jodidos.
Adicionalmente, hay propuestas sobre fiscalización y acceso a la justicia laboral y formación para el trabajo y algunas reflexiones insustanciales sobre el Covid-19 y la necesidadesencial de una visión integral para adelantar esa profundas reformas ya relacionadas.
Por último repiten que estas propuestas tienen como antecente toda la literatura que sobre el mercado laboral han escrito los estudiosos neoliberales, cuyo contenido sustancial está en la cacareada tesis, que para generar empleo y acabar la informalidad se requiere flexibilizar la relación laboral quitando todos los obstáculos a la regulación laboral y a la protección social, disminuyendo los costos no salariales, disminuyendo o eliminando las indemnizaciones por despidos. Es decir, la confesión consiste que a pesar de los 93 actos jurídicos sustanciales no son suficientes y se requieren los ya anotados.
Al rompe hay que decir, que si la Misión de Empleo reconoce que a pesar de esa reformas el resultado es desastroso, nadie podrá explicar por qué ahora, con estas draconianas medidas si van a resolver el desempleo y la informalidad. Mucho más cuando hoy en el mundo, primero hay unos premios Nobel de economía que han demostrado contra toda esa literatura que la Misión proclama, que los incrementos en los salarios mínimos no generan desempleo y que varios países como México, EE.UU., Alemania, España entre otros viene haciendo incrementos significativos en los salarios mínimos entre el 10% y el 26%, cuando las inflaciones no han superado el 8%.
Y por si fuera poco, en España se acaba de aprobar una nueva ley laboral, con la concertación de gobierno, empresarios y trabajadores que acabando con los contratos precarios y basura, reconoce los contratos a término indefinido con plena seguridad social en regímenes contributivos de salud y pensiones y la negociación por rama o industria como la relación mínima, que puede ser mejorada en términos de salarios profesionales o de empresa.
En conclusión, las propuestas de la Misión son más del mismo recetario neoliberal del FMI, el BM y la OCDE y en contravía de nuevos estudios como los Nobel de economía y nuevas realidades políticas que se quieren ignorar, adoptando así una actitud de disonancia cognitiva, cuestión grave para alguien que quiera desentrañar las difíciles realidades sociales y económicas del mundo del trabajo en Colombia. ¿O cómo se explica el estallido social en Colombia?
Posdata: tenemos la oportunidad de cambiar ese recetario en las elecciones del congreso y de presidente, en marzo y mayo de esta año, acompañando las propuestas realmente alternativas.
Twitter: fabioariascut