Cada vez que se estrena una película protagonizada por Leonardo Di Caprio es un suceso. Así ha sido en los últimos diez años: Los infiltrados, El renacido, Érase una vez en Hollywood, El lobo de Wall Street y ahora No mires para arriba. Por eso los más grandes directores, Scorsese, Iñarritu, Tarantino, confían en él para que lidere sus proyectos. Es capaz de cambiar su físico de manera impresionante como sucedió con El renacido, la película en la que lucha con un oso para obtener su primer Oscar.
Sin embargo, cuando no está trabajando, se dedica a gastarse como un verdadero pachá. Legendarias son las rumbas en su yate rodeados de ángeles de Victoria Secret. Siempre le han gustado las mujeres mucho mejores que él, su novia tiene 24 años, 23 años más que él.
Esos excesos ya se nota en su físico, completamente deformado por la rumba. Al menos así lo muestran las últimas fotos que se conocen de él. El cambio, desde que fue Jack Dawson el de Titanic, demuestra que el tiempo pasa para todos:
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