El empresario belga llegó hace veinte años a Colombia como CEO de Philips Morris, entonces dueño de Coltabaco y se arraigó empresarial y socialmente al país. Fundó el fondo de inversión Tribeca con múltiples inversiones y es un asiduo visitante al país y de Cartagena, donde vivió un incómodo e inaceptable episodio este comienzo de año. El portero del restaurante Alma no le permitió la entrada. Asi lo describió Diego Santos en un trino.
El restaurante Alma es un lujoso local que forma parte de Casa San Agustín, un costoso hotel boutique en el centro histórico de Cartagena. Se vanagloria de mantener las tradiciones tanto en la oferta gastronómica bajo la dirección del chef Heberto Eljach como en la arquitectura colonial, con lo que buscan atraer comensales de alto nivel. Sin embargo, la instrucción a sus porteros, además de vergüenza, va en total contravía a aquello que se espera en una ciudad turística como Cartagena. Por su parte, el restaurante emitió un comunicado donde pidió disculpas y explicó lo ocurrido.