El uribismo y la ultraderecha parapolítica de Medellín que ha organizado y adelanta el proceso de revocatoria del Alcalde Daniel Quintero ha construido un discurso cargado de falacias y efectismos para dar sustento a su estrategia política desestabilizadora orientada a sabotear el gobierno municipal de la capital antioqueña.
La capacidad de esta facción política oscurantista para decir mentiras no tiene límites. Usan a fondo las redes para engañar a la ciudadanía, para lo cual cuentan con grandes recursos aportados por el Grupo Empresarial Antioqueño y las mafias oscuras que imperan en la ciudad, asociadas al negocio de las drogas y el lavado de dineros de origen ilícito mediante negocios en el comercio que son en realidad una tapadera de los urabeños y otras redes herederas de las AUC, muy afincadas en el Santuario y otros municipios de Oriente.
A Quintero lo quieren revocar, en primer lugar, por sus consistentes y valientes denuncias de las roscas oligárquicas que por décadas han saqueado las Empresas Publicas de Medellín y los presupuestos de Hidroituango.
El robo allí alcanza hoy una cifra cercana a los 5 billones de pesos (casi 1200 millones de dólares), y en esa trama están involucrados Álvaro Uribe, Luis Alfredo Ramos, Sergio Fajardo, Federico Gutiérrez, Santiago Valencia, Andrés Guerra, Fabio Valencia, Paola Holguín.
Ni se diga el holding empresarial de lo que se conoce como el Grupo Empresarial Antioqueño, dueño de los almacenes Éxito, involucrados recientemente en la desaparición y tortura de líderes de las protestas de abril.
Eso es lo que le quieren cobrar a Quintero y si es necesario degollarlo, lo harán. Esta derecha no tiene escrúpulos en hacer uso de todos los recursos necesarios para alcanzar sus objetivos como lo pudimos ver recientemente con la crisis en Bolivia y en Santa Cruz de la Sierra. Son las fichas de la misma cuerda reaccionaria, paramilitar, golpista y violenta.
Pero a Quintero también lo quieren destituir porque tiene el mejor Plan de Desarrollo para transformar la ciudad en la perspectiva de hacer justicia social, garantizar los derechos, incorporar la tecnología de punta y profundizar la democracia participativa.
Esa Carta Programática “Medellín Futuro 2020-2023” es una plataforma que recoge en detalle las soluciones a las múltiples problemáticas de una ciudad de casi 2 millones 500 mil habitantes, organizada como una Área metropolitana y una Región de desarrollo.
La horda uribista opositora que pretende mantener vigencia en momentos del mayor descrédito del gobierno de Duque y de la implosión del Centro Democrático, se niega a reconocer que Quintero ha sido reconocido como el mejor alcalde de Colombia por su gran desempeño fiscal; su mejor índice de desempeño administrativo y tener el Premio Nacional de Alta Gerencia.
Los del Comité de revocatoria viven en las nubes y ya dan por un hecho la revocatoria que aún tiene un largo trecho por recorrer, especialmente ahora que se ha demostrado que miles de firmas son una descarada suplantación de cedulas de ciudadanía que son retenidas por estas redes delincuenciales...
Que es exactamente lo que hacen en el gobierno nacional desde el Departamento de la Prosperidad Social DPS, donde una red clandestina uribista retiene cientos de miles de cedulas para embolsillarse los subsidios de los Programas de Familias en Acción, Jóvenes en Acción, Adulto mayor, devolución del IVA y otros.
Son esas las cedulas las que han utilizado los del Comité de Revocatoria para incluirlos en los listados y formularios de la Registraduria.
Pedir que la Fiscalía, la Procuraduría y la Registraduria intervenga en esta grave transgresión criminal es como pedirle peras al olmo. Allí hay complicidad con este plan de destrucción y desestabilización del actual gobierno de Medellín.
La irregularidad detectada oportunamente está demostrando la capacidad de trampa de estos francotiradores de la ultraderecha. Sera necesario entrar a estudiar las fuentes de financiación de estos grupúsculos fanáticos por que con toda seguridad allí hay irregularidades por montones.
