¿Sabía usted que, mientras lee este artículo, todas las grandes compañías en los diferentes sectores de la economía hicieron con antelación su planeación estratégica para el año 2022? ¿Y qué es eso de la planeación estratégica? —se preguntará usted— Por definición sería: “Es una herramienta de gestión que permite establecer el quehacer y el camino que deben recorrer las organizaciones para alcanzar las metas previstas, teniendo en cuenta los cambios y demandas que impone su entorno”. En este orden de ideas, entonces, es una herramienta fundamental para la toma de decisiones al interior de cualquier organización.
—¡Sí, suena muy interesante!, pero ¿qué tiene eso que ver conmigo? Soy una persona común y corriente. Eso le puede interesar a los empresarios y yo no soy un empresario—.
—Créame que le puede interesar y mucho —será mi respuesta.
Apreciado lector, haciendo una respetuosa analogía, usted es comparable con una empresa, de la cual usted mismo personificaría también la figura del gerente. Así las cosas, las decisiones que tome y las acciones que implemente lo afectarán directamente a usted. Y como en toda empresa que se respete existen áreas o departamentos, en usted también existen áreas o “departamentos” que necesitan de toda su competencia para lograr su máximo desarrollo y mayor nivel de desempeño; por ejemplo: en usted existe un área financiera, un área de producción, un área de innovación, un área de personal, un área de mantenimiento y así sucesivamente. Así que no demore en hacer la planeación estratégica de su empresa (que para efectos de este artículo es su propia vida) para el 2022 que está próximo a comenzar.
Muchas personas (posiblemente usted también incluido entre ellas) para esta época del año hacen planes, propósitos, deseos, otras recurren a agüeros, ritos religiosos, etcétera, con el fin de “garantizar” unos resultados para el año que está próximo a comenzar; pero aunque es muy respetable, eso no se considera una planeación estratégica —y no lo es— sencillamente, porque en el transcurrir del año se va disipando la motivación inicial, poco a poco los buenos deseos van cayendo en el olvido y en la cotidianidad, hasta que se apagan del todo. Cuando llega nuevamente el mes de diciembre, otra vez se enciende la motivación, se vuelven a plantear una nueva lista de propósitos que —seguramente— se quedarán sin cumplir, formando con ello un círculo vicioso año tras año y manteniendo a la persona implicada en una zona de estancamiento personal.
Para que sea una planeación estratégica propia mente dicha debe tener algunos componentes que a continuación se los enumero y los ilustro con un pequeño ejemplo para que sea más entendible y provechoso para usted. Utilicemos una situación hipotética.
Situación hipotética: Usted tiene 120 kilos de peso; o sea, es obeso y como consecuencia de ello padece diabetes, hipertensión arterial, colesterol LDL y triglicéridos altos. Hagamos un práctico ejemplo de cómo sería una planeación estratégica para bajar de peso en el cual implementamos los pasos más importantes.
Sin más preámbulos empecemos…
Paso 1: Hacer una evaluación inicial de las condiciones actuales. Si continúa con la obesidad, la diabetes y la hipertensión de base lo convierten en un candidato a un evento cardiovascular severo; por ejemplo: un infarto o un accidente cerebrovascular (ACV). En definitiva, necesita bajar de peso por salud y por autoestima. En esta etapa se desarrollará la conciencia necesaria que le servirá como motivación durante el cumplimiento del objetivo.
Paso 2: Tenga una visión clara. Visualice cómo sería su vida con 80 kilos de peso. ¿Cómo estaría su salud? ¿Su vida de pareja? ¿Cómo sería sus desempeño laboral o académico? Siempre visualice en positivo, no se visualice más obeso y por ende más enfermo.
Paso 3: Determine unos objetivos y unas metas: La visión anterior dará como resultados un objetivo, el cual debe ser específico, alcanzable, medible, relevante y debe estar delimitado por una línea de tiempo. Las metas por su parte, serán todos aquellos resultados intermedios que se requieran para alcanzar el objetivo final.
Su objetivo: Bajar 40 kilos de peso en un período de 18 meses.
Éste objetivo a su vez requiere de varias metas para poder lograrlo. Procedamos a establecer las metas.
Meta #1: Bajar 4 kilos en el primer mes.
Meta #2: Bajar 3 Kilos en el segundo mes, y así sucesivamente. Recuerde que las metas son logros parciales que en sumatoria le permitirán alcanzar el objetivo total.
Paso 4: Establezca un plan de acción: En él debe colocar todas las acciones claves que requieres para alcanzar las metas y; por ende, el objetivo planteado. Es importante que coloques todas las acciones que consideres que necesitas para llegar a la meta. Para alcanzar la meta de bajar 4 kilos el primer mes debo realizar las siguientes acciones:
Acción 1: Realizar una valoración médica inicial.
Acción 2: Implementar un plan de alimentación elaborado por médico o nutricionista, en el cual ingiera; por ejemplo, 1500 kcal/día.
Acción 3: Iniciar una hora de actividad física moderada (caminata, trotar o montar bicicleta) … y así sucesivamente.
Paso 5: Asignar recursos: Todas las acciones requeridas y planteadas anteriormente necesitarán de unos recursos para ser realizables; por tanto, esta parte de la planeación es de suma importancia. Los recursos pueden ser de diferentes índoles: financieros, materiales, tecnológicos, de personal, capacitaciones, etc. Para continuar con el ejemplo.
Recursos financieros: Cantidad de dinero para seguir con el plan de alimentación.
Recurso humano: Médico, nutricionista, entrenador personal, cónyuge, hijos, etcétera.
Recursos materiales: Alimentos saludables, ropa deportiva, exámenes de laboratorio, etcétera.
Recurso de Tiempo: Agendar las horas del día en la cual recibirá la ingesta de los alimentos y en el cual realizará la actividad física seleccionada.
Paso 6: Ejecución: Este es el paso más importante de toda la planeación estratégica, por eso es fundamental que tanto el objetivo, las metas, las actividades y los recursos sean realistas porque de lo contrario no se podrán ejecutar y se habrá perdido todo el esfuerzo. Es mejor ir poco a poco, lento pero seguro, que pretender acaparar mucho y sin accionar nada.
Ejemplo de ejecución: Día 1: Dieta de 1500 kcal, 1 hora de actividad física, reducir el consumo de alcohol, tabaco, dormir 8 horas.
Paso 7: Control. No existe una planeación estratégica perfecta; por tanto, esta debe ser susceptible de controles que le permitan ir haciendo los ajustes requeridos o por qué no un cambio en algunas de las actividades o recursos que se requieran para alcanzar el objetivo; por ejemplo, cuando has alcanzado bajar 20 kilos de peso, y tu médico te dice que puedes incrementar tu actividad física; en vez de hacer una hora puedes subir a 1 hora y media o dos horas según sea el caso.
El éxito de una buena planeación estratégica es primero plasmarla en el papel, porque así tienes una panorámica más completa de lo necesitas para alcanzar tu objetivo, evita tener todas las ideas en la cabeza, escríbelas (yo sé por qué se lo digo). Segundo, hacerla sencilla y práctica, nada complicada, que facilite su implementación. Tercero y último, llevarla a cabo. De nada sirve planear de una forma correcta sino no se va a ejecutar
En la medida en que implemente el uso de la planeación estratégica en su vida, será una persona de resultados contundentes, podrá sobresalir de entre los demás, no dependerá de la suerte, ni de las influencias, sino que será capaz por usted mismo de alcanzar todos sus objetivos.
Recuerde: los grandes genios militares planeaban con antelación su plan de batalla y eso los convirtió en grandes estrategas.