Detrás del rastro de la avalancha de peticiones emergentes que llegan a diario a la oficina de Soluciones W (de W Radio) está una bella y espigada pereirana (un metro 90 centímetros), marcadas facciones, carácter fuerte, exreina sin cirugías, modelo, comunicadora social, locutora, productora, de espíritu altruista y de sobrada entrega a la misión social.
Natalia Henao Arias tiene 32 años, la mayoría de ellos dedicados a la noble labor de suplir las necesidades de los colombianos, en especial las de los niños azotados por el abandono y el maltrato, y de esos ciudadanos, hombres y mujeres, para quienes no son suficientes sus luchas cotidianas en la retadora aventura de levantarse todos los días a no dejarse morir, "porque en este país sobrevivir es un milagro".
Productora audiovisual de la UNAD, Natalia, desde 2016, cuando hizo su comparecencia en W Radio, se ha convertido en una suerte de ángel mediador de las necesidades de muchas personas que se pegan al teléfono para revelarle sus dramas, carencias y urgencias, que abarcan desde la consecución de sillas de ruedas, computadores para estudiantes de escasos recursos, pasando por cirugías reconstructivas, fiestas con regalos para los hijos de las trabajadoras sexuales, procedimientos de fertilización in vitro, insumos para talleres de confección de excombatientes de las Farc, entre un sinnúmero de solicitudes de diversa índole, historias que hubieran deseado escritoras de costurero como Delia Fiallo o Corín Tellado.
Todo empezó por una llamada de un oyente que se coló en el opinadero habitual de W Radio, y que con voz entrecortada por las lágrimas pedía a Julio Sánchez Cristo que le ayudara con un trabajo, porque acosado por las deudas a un "cuentagotas", estaba al borde del suicidio.
Sánchez Cristo interrogó al solicitante sobre su oficio, le pidió al aire el contacto telefónico, y al momento replicaron una a una las llamadas de ofrecimiento de empleo al necesitado. Con su agudo olfato periodístico y su experiencia en el dial de 50 años, a Julio se le ocurrió que esa podría ser una nueva sección para tratar en lo posible de solucionar los problemas de sus oyentes. Así nació Soluciones W.
El primer caso, con el que se estrenó Natalia en mayo de 2016, fue el de un señor de 32 años a quien su EPS se resistía a autorizarle la cirugía de urgencia de una de sus piernas, luego de sufrir un grave accidente.
Por fortuna, Natalia, gracias a su función social, siempre ha tenido las mejores relaciones con el sector salud, pero se dio la casualidad de que el día de la mencionada solicitud, ella vio en las instalaciones de Caracol Radio al director de la EPS. Inmediatamente lo abordó, le puso el caso en consideración, le reclamó por la renuencia a la autorización de la operación del paciente, y el funcionario, acorralado, no tuvo otra salida que autorizarla. Por supuesto que en cabina, cuando se hizo pública la solución, la conmoción fue general: el paciente, conmovido, no encontró palabras para agradecer el inmenso favor, y "Julio —agrega Natalia— quedó sorprendido. El caso se solucionó en el mismo día de la denuncia".
Casos de casos
A partir de ese capítulo, y hasta la fecha, Natalia Henao Arias registra un récord de soluciones que con todas las historias de vida, de superación, de emprendimiento y resiliencia, pero también tragedias desgarradoras con secuelas imborrables, podría depararle, si se lo propusiera, suficiente material para un libro de más de 500 páginas.
"Porque hay casos de casos", dice Henao. Uno de los más impactantes del historial W, el de un soldado que tiempo después de haber sido violado por varios compañeros en cautiverio, quedó obsesionado por convertirse en mujer y se inyectó en los glúteos, primero aceite, y luego polímeros.
"Estuvo a punto de morir —manifiesta Natalia— además que tenía una serie de conflictos personales muy duros: antes de la violación colectiva, él había dejado embarazada a su novia. Después del abuso se enamoró perdidamente de su superior, pero lo más grave: su estado de salud física y emocional fueron empeorando. Necesitaba unas diez cirugías en sus glúteos. Hasta tuvieron que cortarle un pedazo de nalga y le quedó un hueco impresionante".
Para solucionar el dramático caso del soldado, Natalia recurrió a los favores de los cirujanos Mauricio Tascón y Antonio Salgado, de la Clínica Evolution. Ellos asumieron no solo las cirugías requeridas, sino el posoperatorio y el tratamiento de recuperación.
El respaldo a artistas y deportistas que el Estado ignora son prioridad en la agenda de Natalia Henao. Jóvenes talentos con sueños represados por años siempre estarán en la agenda de Soluciones W.
Uno de ellos, el de Carlos Andrés Reyes, residente del barrio San Marino, en uno de los sectores más vulnerables de Cali. Reyes, virtuoso clarinetista, se había ganado una beca para estudiar en Austria, pero no contaba con recursos para costear el viaje, a pesar de los esfuerzos que hizo su señora madre para recaudar dinero: promovió rifas y vendió postres y otros comestibles en la vecindad.
Natalia logró que una agencia de viajes le facilitara los pasajes, y a través de un generoso donante que prefirió reservar su identidad, consiguió un dinero para el sostenimiento del joven artista en la capital mundial de la música. Cuál sería la sorpresa del artista caleño cuando la periodista cayó de imprevisto a su humilde vivienda y le entregó unos dólares, y una maleta nueva con ropa de invierno. En el video se puede apreciar la felicidad de Carlos Andrés, que entre abrazos, lágrimas y sonrisas agradece los parabienes del ángel de la W.
Los niños de Magüi Payán
Los lectores recordarán el video que se hizo viral en 2018, donde aparecen los niños de la banda de guerra de Magüi Payán, en el departamento de Nariño, interpretando sus notas marciales por las calles polvorientas del desprotegido municipio, con improvisados tarros de lata, bidones, cajas de cartón y utensilios de cocina.
Por el video, que difundió un aficionado, la banda de los pequeños artistas nariñenses fue invitada por presidencia de la República a la ceremonia de posesión del ministro de defensa Carlos Holmes Trujillo, en Bogotá.
Natalia Henao logró conseguir los instrumentos de los niños de Magüi Payán con la reconocida casa musical Ortizo, pero en el introito del acto solemne, el maestro de ceremonias —cuenta la comunicadora— dio las gracias a presidencia por la donación de los instrumentos. Y la plana mayor, encabezada por Iván Duque, sin el menor recato, se robó los honores y aplausos.
De esos goles inescrupulosos, Natalia hace tiempo está curada. Le ha sucedido varias veces, incluso con la rapiña del colegaje, como cuando fue a entregar en un avión antinarcóticos de la policía 1.000 pares de zapatos a niños de Uribia, La Guajira. Henao también consiguió los refrigerios para los pequeños, pero aún no se explica cómo se filtraron las imágenes institucionales que un medio televisivo transmitió sin registrar el crédito.
Alianzas y buen corazón
Pero ¿cómo hace Natalia Henao Arias para hacer realidad todo lo que se ha propuesto al frente de Soluciones W? Ella lo explica:
"Primero está el buen corazón de los colombianos, de los empresarios, del sector salud, de muchas personas que cuentan con recursos pero que prefieren pasar anónimas a la hora de hacer una donación o contribuir con una causa emergente".
"Las sillas de ruedas, por ejemplo, que son de las más solicitadas, las aporta Tecnoglás, de Barranquilla, a través de su representante Christian Daes. Solo entregamos sillas manuales para personas con discapacidad comprobada y certificada, ni siquiera con muletas. Porque sobran los avivatos que pretenden meter goles, pero yo, por instinto femenino, y por trayectoria, he abonado mucha cancha".
"El trámite de sillas y de otras soluciones pasan por varios filtros. No se le puede dar solución a todos los casos, porque son muchos, sino a los que despiertan mayor sensibilidad: historias dramáticas o que acusen emergencia".
"Cada caso se somete a un proceso de investigación documentada, y de comprobación directa y presencial con la persona o con el grupo que pide la solución. Si está dentro de nuestras posibilidades, se le da el trámite correspondiente".
"Es importante destacar que estas soluciones no serían posibles si no existieran las alianzas que concretamos con los donantes, la empresa privada, los colombianos de buena voluntad. Todos estos logros son para gente verdaderamente necesitada. Detesto la mentira y los impostores que se aprovechan de esta noble causa para engañar, hacer fraudes y sacar provecho personal. De ahí que sea tan puntual la investigación", aclara enérgica Natalia.
En esta época de fin de año, Henao está concentrada en la adquisición de ropa y o juguetes para aquellos niños desprotegidos que se consuelan con verlos en las vitrinas. A Natalia se le quiebra el corazón que en estas fechas sensibles de diciembre, los padres no tengan cómo ofrecerles a sus hijos un detalle, por más humilde que sea.
Su historia de vida
—¿Se nace con ese espíritu de ayuda, de consideración por el necesitado, o esto obedece al legado del maestro Ryszard Kapuscinski cuando cita que un periodista ante todo debe ser una gran persona?—, le preguntamos a la titular de Soluciones W. Y su testimonio no puede ser más contundente y admirable:
"En mi juventud tuve serios conflictos personales, agregado al divorcio de mis padres cuando yo tenía diecisiete años. La pasé muy mal. Era una muchachita antipática, derrochadora, humillante. Sufrí un dengue hemorrágico que casi me lleva... Alcancé a tener las plaquetas en 25. De 85 kilos que pesaba, quedé en 50, desnutrida, con anemia, sin defensas, el hígado inflamado, interna en la clínica Los Rosales, de Pereira".
"Duré tres meses incapacitada, perdí un año de estudios, confundida, con la autoestima por el suelo. Mi situación fue tan desesperante, que estuve a punto de lanzarme del octavo piso de la habitación donde me encontraba, pero en medio de la soledad y de la angustia, hubo un instante en que sentí la presencia de Dios".
"Le rogué, le prometí al Todopoderoso, que si me sacaba de estas, le iba a pagar el milagro con un cambio radical en mi vida, borrando mi mal proceder, y dedicándome a ayudar a los más necesitados, en especial a los niños".
"Con el paso del tiempo, Dios me puso en el lugar que me correspondía, en este escritorio de Soluciones W, donde atiendo cualquier cantidad de solicitudes, y de las que soluciono entre cuatro y cinco en promedio al día. Ese ha sido mi camino y así seguiré hasta que Dios lo permita, porque los milagros existen".
Dueña de una belleza cinematográfica, Natalia Henao Arias se despierta a las cinco de la mañana a revisar el correo y a dar curso a la agenda noticiosa que definen Julio Sánchez Cristo y el editor general Juan Pablo Calvás.
Saca al parque a su perrito Aguacate, un precioso bulldog francés, y da inicio a una jornada, bien de oficina, de trabajo de campo, o en su apartamento, que puede prolongarse hasta altas horas de la noche. Quiere seguir estudiando, y entre sus planes está el diseño gráfico. Va al gimnasio tres veces por semana y trata de invertir el poco tiempo que le queda en ver una buena película, compartir con su pareja, o cocinar, una de sus aficiones.
De la adolescente terrible solo queda una enorme lección de vida. Del álbum de otra época más llevadera sí conserva las fotos cuando representó a Risaralda en el Reinado Nacional del Tabaco, en Girón, Santander, o en Maja Colombia, en Corozal, Sucre. Esa experiencia de canutillos, lentejuelas y bikinis la graduó como profesora de glamur, pasarela y fogueo periodístico, pero cuando una propuesta amerita continúa en su rol de modelo de marca.
Es Natalia Henao Arias, el ángel protector de Soluciones W, que sigue creyendo en milagros, y que se empeña en hacerlos realidad en el día a día de su filantrópica y aplaudida misión.