En el 2014 Ellon Musk le anunció al mundo que, sumados a sus autos eléctricos, a sus viajes al espacio, creaba Ad Astra, una escuela en donde sus 7 hijos estudiarían. Consciente de que ellos eran tan especiales, Musk creó su propia escuela. Pero ¿Qué hay detrás del colegio más exclusivo del mundo?
Ad Astra significa “hacia las estrellas” y la finalidad del complejo educativo es la de educar para aprender a vivir en el espacio, una de las propuestas más descabelladas que multimillonario alguno ha formulado. Sabemos que Jeff Bezos está dispuesto a hacer cualquier locura con tal de encontrar la juventud y la vida eterna, Musk no le va en saga y, con recursos propios, resucitó la masa y de paso la carrera especial congelada desde los días de la guerra fría en la que la Unión Soviética y los Estados Unidos peleaban palmo a palmo por la conquista del espacio.
Bajo el sol de California, en el mismo lugar donde está apostado su ambicioso complejo Space X con el que piensa que la raza humana podría abandonar la tierra y buscar otro planeta cuando el sol se consuma y arrastre todo a su paso, está Ad Astra. Es poco lo que se sabe. Musk es hermético con sus secretos. Hasta junio del 2018 la escuela tenía una página web muy escueta, tal vez en exceso, en donde mostraba el escudo de su institución y poco más. Musk siempre se había querido que sus hijos, los gemelos Griffin y Xavier (2004), los trillizos Damian, Saxon y Kai (2006) y su séptimo hijo, el pequeño X AE A-XII Musk, nacido en mayo de 2020, fruto de su relación con la cantante Grimes, no recibieran una educación convencional. Por eso decidió invertir decenas de millones para crear una escuela que tendría como finalidad facilitar la adaptación de los siete muchachos, sumados a otros siete que también son muy cercanos a su familia, para que puedan vivir en el espacio exterior.
En una entrevista en Beijing en el 2014 el creador de Tesla se confesó y después de decir que había odiado los años en los que estuvo en la escuela, se decidió por crear una escuela propia para sus hijos. El hombre sobre el que cayó la responsabilidad del proyecto es un viejo profesor de la escuela de Mirman, una de las más famosas y exitosas a la hora de formar muchachos superdotados.
Una de las personas que más ha seguido el caso de la escuela, de la que no se sabe absolutamente nada, ni siquiera quienes son sus alumnos, es Christina Simon, autora del libro "Más allá del catálogo: guía de una conocedora de las escuelas privadas de primaria de Los Ángeles", en donde confiesa que ni ella sabe muy bien quienes son los alumnos: “Se dijo en algún momento que Ad Astra era para los hijos de los empleados de SpaceX, pero no está claro a qué trabajadores se les hace la oferta, ni a cuántos ni en qué condiciones"
Entre los hombres más poderosos de los Estados Unidos hay una especie de obsesión por saber sobre Ad Astra y su método educativo. En muy pocas ocasiones Musk ha permitido que personas entren a conocer sus instalaciones. Para ser admitido no se necesita de ningún examen ni nada parecido, tan sólo ir, conversar con los profesores y demostrar inteligencia. No se sabe cuánto vale la mensualidad pero lo que sí se está planeando es que para el 2022 haya más apertura y el mundo conozca el proyecto educativo de uno de los hombres más poderosos y enigmáticos del planeta.