Después de haber vivido altibajos y pasado por dificultades durante 11 meses, llega diciembre, el mes más anhelado por muchas personas durante todo el año. Sin embargo, hay quienes desean que el mes doce no llegase, pues la tristeza y la nostalgia les embarga al recordar a sus seres queridos que un día partieron de esta tierra por distintas causas, y que hoy no estarán con ellos.
Con el transcurrir de los años, al espíritu navideño lo hemos dejado ir de nuestros respectivos corazones, para dejar entrar la vanidad, las apariencias, el orgullo, el materialismo y la arrogancia. Se supone que con la llegada de diciembre llega la Navidad, la época más linda del año. En esta las familias se reúnen a compartir una cena especial y se reparten regalos entre sí, principalmente a los niños, quienes son los que más añoran la Navidad para recibir sus aguinaldos, disfrutar con sus hermanitos, papás y abuelitos de la noche buena, al frente de un pesebre y un árbol navideño, cantando un hermoso villancico y deleitándose con una sabrosa natilla acompañada con buñuelos.
Es muy triste ver cómo los padres de esta época no les enseñan a sus pequeños hijos el verdadero significado de la Navidad. También entristece ver cómo algunos adultos les dan como aguinaldo juguetes tecnológicos a sus niños, con los cuales ellos se esclavizan viviendo un mundo virtual, desaprovechando los momentos maravillosos de su infancia.
Demos gracias a Dios porque hemos llegado con vida y salud al mes de diciembre. Sigamos orando para culminarlo y empezar el año nuevo 2022 con vida y al lado de nuestras familias.