El día 2 de diciembre del año en curso, en un chat de comunicadores colombianos, se dio una simpática discusión porque Alex Velásquez, periodista de KienyKe.com, hizo el chiste: “Gilinski ha comprado este grupo”. Salud Hernández, de los lomos de adentro del uribismo, no estuvo de acuerdo con el chiste y decidió amenazar con demandar al suscrito, quien lo usó para referirse a la falta de independencia de los medios tradicionales.
Algunas frases del chat:
Estar en contra de las violaciones a los derechos humanos no puede confundirse con activismo político. Pero promover políticas en detrimento de ellos respaldando al Gobierno, creo que sí lo es. Salud no es periodista. Es política
"(...) Tener un banco y adueñarse de medios de comunicación para ponerlos al servicio de los intereses personales, quizás se vuelva un delito a futuro, cuando se reconozca abiertamente que sólo la prensa independiente puede ser saludable para la democracia; deberíamos exigir que los medios que no gozan de imparcialidad, lo reconozcan abiertamente, tal como las cajas de cigarrillo o el alcohol llevan una etiqueta de que son "perjudiciales para la salud"... aunque Salud, como diría Lacán, no llegue a ser en lo sustancial ni significado ni significante de ese vocablo".
Decir que Gilinski ha comprado Semana (...) no es una falta de respeto. Es un hecho real. Ya si los mismos áulicos del uribismo lo toman como una falta de respeto, debe ser porque ellos entienden muy bien que en verdad perder la independencia es un acto deshonroso. Ni modo. A ellos mismos les da vergüenza la verdad.
LOS MEDIOS Y LOS PODEROSOS
Recordemos a quién pertenecen los medios. La antes prestigiosa revista Semana propiedad del banquero Gilinski; El Tiempo, del banquero Sarmiento Angulo; Noticias RCN sigue en poder del grupo Ardila Lülle; empresarios y banqueros que son conocidos por haber financiado las campañas presidenciales de los últimos años, recibiendo en contraprestación peajes en concesión (18 en esta semana), endeudamiento del Estado con la banca privada a intereses muy altos, días sin IVA en tiempos de pandemia para el uso de las tarjetas de crédito y otros megacontratos.
Los políticos que recibieron aportes a sus campañas por parte de estos banqueros han sido decisivos en el nombramiento de fiscales, contralores, en el impulso de reformas tributarias en detrimento del pueblo, al punto de que se ha señalado ampliamente que Colombia no goza de separación de poderes y es uno de los países más corruptos del mundo. Laissez faire, laissez passer (dejar hacer, dejar pasar) es la consigna de los banqueros con aquellos políticos que defienden sus intereses y viceversa. Mientras los periodistas independientes, ambientalistas y líderes sociales son asesinados a diario, estos medios tradicionales y políticos los tratan de terroristas y el Gobierno llama a las masacres “homicidios colectivos” para hacer oídos sordos.
TRANSFORMACIONES QUE REQUIERE EL PERIODISMO
Tal vez lo único importante de esta discusión, es que la jocosidad de Velásquez sirvió como ‘Florero de Llorente’ para que los comunicadores independientes llegaran a plantear la necesidad de que los medios de comunicación deben llevar por ley un rótulo que indique “a quién pertenece cada medio” y “quién paga los sueldos”, para que así los lectores puedan saber a qué atenerse al identificar qué intereses defiende cada casa editorial.
EL VALOR DE LOS MEDIOS INDEPENDIENTES
Colombia goza de prensa independiente desde hace muy pocos años. Gracias a la calidad de las publicaciones de medios como KienyKe, Las2Orillas, Noticias Uno, Canal 2 de Cali (basadas en pruebas fehacientes), de periodistas como Gonzalo Guillén, Daniel Coronell, María Elvira Bonilla, estos medios han logrado posicionarse a nivel nacional, dándole un respiro a la democracia. Humoristas independientes como Wally o Riaño; caricaturistas como Matador y Bacteria también han hecho su parte, permitiendo darle un análisis por fuera del ámbito tradicional a las noticias emitidas por los medios tradicionales, que hasta hace apenas dos décadas eran casi que la única fuente de opinión. El país ha aprendido a reír con finura y los idiotas violentos, sí, esos, los psicópatas, no han podido contrarrestar el poder del chiste. El poder del chiste, del meme, del repentismo colombiano, ha sido tan grande que han tenido que eliminar a humoristas como Jaime Garzón.
SALUD HERNÁNDEZ
Sorprendió la posición de Salud Hernández, como parte de ese periodismo anacrónico, paquidérmico, al servicio del Establecimiento, al pretender que los demás periodistas de los medios tradicionales salieran al ruedo y tomaran parte en contra de quien osó hacer una crítica a partir de una jocosidad, como si a la gavilla se le pudiese confundir con buenos argumentos. Pero nadie la respaldó, quedando en evidencia que les avergüenza la falta de independencia, lo que motivó su salida.
Dejo esta columna, en homenaje a los periodistas independientes, aquellos que con su valor, jocosidad e inteligencia, oxigenan la democracia y construyen país.